El 67,3 por 100 de la población joven de menos de 30 años de Castilla-La Mancha no tiene salario, lo que hace que su capacidad adquisitiva sea la cuarta más menguada del país y contribuye a que un 49,3 % estuviera en 2015 en riesgo de exclusión social, según datos del Consejo de la Juventud de España.
Así se recoge en el informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud del segundo trimestre de 2016, en el que se señala que los datos muestran una notable mejoría anual en cuanto a la creación de empleo joven y la disminución del desempleo.
Pero aunque en el último año ha aumentado la ocupación joven y el desempleo juvenil ha descendido de manera considerable en la región, ambos indicadores muestran un mercado laboral más restrictivo que el del conjunto de España, según el informe, que señala que en la actualidad la tasa de ocupación entre las personas de 16 a 29 años es del 32,7 % y la tasa de paro del 40,2 %.
También sigue siendo alta la incidencia del desempleo de larga duración entre las personas desempleadas de 16 a 29 años, ya que el 54,5 % de las personas jóvenes desempleadas de la comunidad autónoma lleva un año o más en búsqueda de empleo, 10,5 puntos porcentuales más que la media de España.
FUERTE CONTRATACIÓN TEMPORAL
Se constata también una fuerte presencia de la contratación temporal, puesto que el 95,1 % de los nuevos contratos a menores de 30 años son de carácter temporal y tan sólo un 4,9 % son de carácter indefinido.
La temporalidad laboral entre los jóvenes de Castilla-La Mancha ha aumentado en el último año un 27,38 %, de forma que en la actualidad, el 56,4% de los asalariados de menos de 30 años tiene un contrato temporal, una tasa de temporalidad superior a la media de España.
Esta contratación temporal está marcadamente afectada por la eventualidad de los contratos, puesto que el 48,9 % de la contratación temporal entre las personas jóvenes es de menos de un año de duración.
Según el informe, la débil posición de las personas jóvenes de Castilla-La Mancha frente al mercado de trabajo delimita la independencia económica necesaria para emprender la emancipación residencial y hace que la capacidad adquisitiva de la población joven asalariada sea la cuarta más menguada de España y que el 67,3 % de la población joven de menos de 30 años carezca de salario.
De hecho, en el año 2015 el 49,3 % de la población joven castellanomanchega se encontraba en riesgo de exclusión social, lo que representa la segunda tasa más alta de las registradas por comunidades autónomas.
En contrapartida, el mercado inmobiliario de Castilla-La Mancha es el más permeable, junto con el de Extremadura, y presenta los costes de acceso a la vivienda en propiedad y alquiler más bajos de España, aunque en el informe se advierte que emprender la independencia residencial en solitario «sería económicamente inviable para una persona joven asalariada».
De acuerdo con los datos recogidos en el informe, en el segundo trimestre de 2016 Castilla-La Mancha tenía una tasa de emancipación entre la población joven de 16 a 29 años del 18,3 %, ligeramente inferior a la media de España, que fue del el 19,7 %, tras haber experimentado un fuerte retroceso anual.
A su vez, el análisis de la emancipación residencial de la población joven por nivel de estudios, muestra que en Castilla-La Mancha son las personas de 16 a 29 años con estudios primarios completos o sin estudios las que presentan la tasa de emancipación significativamente más alta de la comunidad, del 23,7 %.
La población joven con mayor nivel formativo mantiene una tasa de emancipación muy similar e inferior a la media de la comunidad, cercana al 17,5 %.