Hace un año, aproximadamente, un grupo de toledanas se unió a la Red Internacional Mujeres de Negro. Querían sumar su voz a las del resto de mujeres del mundo para denunciar las injusticias relacionadas con los conflictos armados.
Tal y como ponía de manifiesto una de las responsables de este colectivo en Toledo, Quica López, todos los últimos sábados de cada mes se manifiestan en la plaza de Zocodover para dar cuenta de las guerras olvidadas, aquellas que como la de Birmania se prolongan durante años sin que apenas tengan espacio en los medios de comunicación; de las víctimas de estas contiendas, poniendo especial énfasis en los abusos a los que son sometidos mujeres y niños; así como de los motivos económicos y políticos ocultos tras ellas.
Por este motivo, las integrantes de la Asociación de Mujeres de Negro contra la Guerra de Toledo reclaman la reducción del gasto público militar; abogan por la objeción fiscal, «para que el dinero de nuestros impuestos no vaya a Defensa»; y están en contra de los muros entre países y de la persecución de las personas no identificadas.
Convencidas de que todo el mundo tiene la responsabilidad de salir a la calle para poner fin a estas injusticias, realizan una importante labor de sensibilización a través de concentraciones, charlas, talleres… «Creemos que las armas no sirven para nada; pensamos que se puede negociar», comentaba Quica López, quien considera que es el negocio del armamento el que está detrás de las guerras. «Tenemos que decir ‘basta ya’ y para eso necesitamos que la gente esté concienciada», añadía.
Mujeres de Negro nació en el año 1988 en Israel a raíz de que un grupo formado por la activista pacifista y feminista Hagar Rublev comenzase a protestar por la ocupación de las tierras palestinas y contra la violación de los derechos humanos que se estaba produciendo. De ahí el movimiento y sus reivindicaciones saltaron a Italia, con concentraciones frente a la embajada israelí de Roma. La Guerra del Golfo supuso otro motivo de empuje y de queja para estos colectivos, siendo la Guerra de los Balcanes el punto de partida para la red española.
Si bien es difícil concretar el número de grupos de Mujeres de Negro que hay repartidos por todo el planeta, se tiene constancia de que se han creado en Azerbaiján, Australia, Alemania, Austria, Bosnia-Herzegovina, Canadá, Chipre, Colombia, Croacia, Dinamarca, Escocia, España, Filipinas, Francia, Italia, India, Israel, Inglaterra, Indonesia , Japón, Montenegro, Macedonia, Nepal, Palestina, Suiza, Suecia, Serbia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos…