El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, prevé que para los meses de febrero o marzo de 2016 se intensifiquen las obras del futuro hospital de Toledo y tenga lugar «la puesta en marcha definitiva», lo que supondrá -ha añadido- un considerable incremento de los empleos.
Jesús Fernández Sanz.
Durante la rueda de prensa ofrecida para dar cuenta de los acuerdos adoptados por el Consejo de Gobierno, ha recordado que hoy la empresa adjudicataria ha presentado en el Ayuntamiento de Toledo el proyecto de ejecución del complejo, con lo que Sanidad queda a la espera de la licencia de obra que tiene que dar a partir de ahora el Consistorio. No sin antes advertir de que los trabajos en la zona ya han comenzado, sí ha matizado que una vez otorgada la licencia «veremos más volumen de obra».
El consejero también ha señalado que en el mes de diciembre el Gobierno regional presentará un plan de recuperación del «Virgen de la Salud», un plan mediante el que se actuará en urgencias, en quirófanos, en mejorar los recursos humanos y materiales… en definitiva, «en recuperar la dignidad del edificio».
Entre los puntos aprobados ayer en el Consejo de Gobierno, Fernández Sanz ha destacado el concurso de transporte sanitario terrestre, un concurso que supondrá un montante de 258 millones de euros para los próximos cuatro años, un millón de euros más que el anterior. La diferencia no es sólo monetaria ya que, tal y como ha especificado, nace del consenso alcanzado con los profesionales, sanitarios y asociaciones y representa, además, una mejoría respecto a recursos y tiempos de respuesta. Tras dar cuenta de los recortes que sufrió este transporte en la anterior legislatura, ha puesto en valor que con el nuevo documento se aumenta el número de vehículos (456 no urgentes y 64 urgentes) y, por tanto, el número de plazas; disminuyen los tiempos en la recogida del servicio de urgencias y en la retirada de las altas hospitalarias; habrá, al menos, una ambulancia en cada provincia adaptada para trasladar a personas con obesidad mórbida; y se eliminan los dispositivos de localización de los técnicos, quienes pasarán a estar de guardia en los centros, lo cual hará que la respuesta sea más rápida y que los empleos ganen en estabilidad. Además, en las UVIs siempre habrá dos técnicos de guardia y en los puestos de guardia otros cuatro técnicos y se contemplan «importantes mejoras laborales y sociales».
En materia sanitaria, el consejero ha dado cuenta igualmente de la compra de un nuevo TAC para el área sanitaria de Toledo, «un TAC con más capacidad de imagen y menos tiempo de exposición; lo más avanzado que hay en estos momentos». Supone un gasto de 850.000 euros y seguir adelante con el Plan de Renovación Tecnológica anunciado por Emiliano García-Page por valor de 28 millones de euros. El objetivo último, ha precisado, es ganar en calidad y eliminar el riesgo de exposición y que Castilla-La Mancha deje el último puesto en cuanto a obsolescencia en tecnologóica sanitaria y pase a estar entre los primeros lugares, «como ya ocurrió hace años».
Por último, el Consejo de Gobierno ha dado el visto bueno al contrato de limpieza y desinfectación para el área sanitaria de Puertollano, que costará seis millones de euros y tendrá un periodo de vigencia de cuatro años; otro de catering, manutención y limpieza del centro sociosanitario «El Alba», de Toledo; y una última partida por valor de 2,5 millones de euros para la adquisición de vacunas infantiles que se suman a los seis millones de euros aprobados la semana pasada.