Lo tienen claro, tanto que recuerdan el pasado cada vez que pueden. Y si enfrente hay un miembro del anterior Gobierno socialista, mejor que mejor. El PP, a través de su diputado José Luis Tortosa (también alcalde de Las Pedroñeras) explicó en las Cortes de Castilla-La Mancha que se va a producir un cambio radical en la administración de la comunidad autónoma, «sustituimos el régimen de subvenciones por deducciones y bonificaciones fiscales, apoyando la cultura del emprendimiento; por lo que no se va a permitir el amiguismo que ustedes cultivaron con absoluta impunidad»
Tortosa insistió en que lo prioritario para el Gobierno «es poner en orden las cuentas públicas». Hablaba de la modificación de las medidas en materia de tributos cedidos. O, lo que es lo mismo, las deducciones a las familias por nacimiento o adopción de hijos, la cuota autonómica en el IRPF o la deducción por autoempleo para personas menores de 36 años entre otras.
«Somos un gobierno que predica con el ejemplo y va a ahorrar hasta el último céntimo». De ahí que, entre otras medidas, «se deducirá la cuota autonómica en el IRPF en 150 euros a las familias numerosas de categoría general y de 300 a 900 euros si en cualquiera de los dos cónyuges hay una minusvalía de hasta el 65 por 100». Punto y aparte para los menores de 36 años y las mujeres de cualquier edad que se den de alta por primera vez en el censo de empresarios, ya que «para fomentar la cultura del emprendimiento tendrán una deducción de 500 euros en el IRPF».
Y para terminar, vuelta a darle un arreón al portavoz del PSOE, el exconsejero José Luis Martínez Guijarro. «En 30 años han conseguido que sea la comunidad autónoma peor gestionada de España».
«COSPEDAL SE ESCONDE TRAS LOS ALCALDES DE CASTILLA-LA MANCHA»
Y Guijarro comenzó a hablar de la falta de diálogo, «un proyecto de ley que no ha contado con el más mínimo consenso de los colectivos». El portavoz socialista añadió que echaba de menos ayudas para los emprendedores menores de 36 años y acusó a la presidenta de la comunidad autónoma, María Dolores de Cospedal, de «esconderse detrás de los alcaldes, les van a obligar a incrementar las tasas de depuración en un 30 por 100. Les va a generar muchos problemas y es un incordio para ellos».
Enunció varias medidas que podrían servir para recaudar 300 millones de euros para la Junta, como «crear un impuesto a los depósitos de clientes de entidades que tienen sucursales abiertas en Castilla-La Mancha; modificar la tributación por la creación de energía a través de energía renovable; poner un impuesto por el uso de bolsas de plástico o el incremento de la tarifa autonómica del IRPF para aquellos que ganan más de 80.000 euros al año, a quienes podemos pedir un esfuerzo adicional». Y concluyó: «Van a aprobar una ley que se queda obsoleta, el incremento del céntimo sanitario se queda obsoleto».
«HAY QUE RECUPERAR LA CONFIANZA DE LA REGIÓN»
Finalizó el debate el consejero de Hacienda, Arturo Romaní, quien comenzó aludiendo a que el margen que les habían dejado los socialistas en materia económica «no da para mucho. Buscamos la regularidad en los pagos de la tesorería, no podemos cargar sobre los proveedores los desequilibrilos de la Junta. Tenemos que recuperar la confianza de la región».