Puede parecer una cifra insignificante, pero no, no… Nada menos que 76 docentes, profesores o maestros, como ustedes quieran, fueron atendidos durante el pasado curso en Castilla-La Mancha por conflictos varios con los alumnos o con los padres de éstos.
Faltas de respeto, acoso o amenazas, agresiones (en el 5 por 100 de los casos), insultos, falsas acusaciones, presiones para modificar las notas, problemas en las redes sociales…
El sindicato ANPE, que hizo público su informe sobre las cifras del Defensor del Profesor, cree preocupante el aumento de los casos que están relacionados con problemas y conflictos de los docentes con los padres y la utilización, que cada día va a más, de las redes sociales como generadoras de conflictos.
Hace años, en mi época estudiantil temprana, como les habrá ocurrido a la gran mayoría de los que rondan ya mi edad, tanto en el colegio como en la casa «mandaba» el profesor. Esto es, una queja del profesor hacia el alumno tenía toda la credibilidad del mundo para los padres, no era baladí y a la bronca de aquél se unía, seguro, la de éstos. Para eso eran nuestros tutores legales. Y ello a pesar de las «perrerías» a las que, quizás también de forma ingenua y debido a la edad, eran sometidos por sus alumnos.
Pero había una barrera de respeto. Porque tuvieras o no razón, e incluso en caso de duda, la palabra del profesor era ley para los padres. Así era la teoría y así, es obvio, también lo era en la práctica en más del noventa y tantos por ciento de los casos.
Ahora las cifras han variado.
Y, nunca mejor dicho, es una cuestión de educación.
Pero la educación no solo se enseña en los colegios o institutos. Sale ya dirigida desde casa. Miren ahí, otra cosa, y seria, es cómo atajar el problema.
@CesardelRioPolo
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