Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha señalado hoy que la Constitución española «no tiene alternativa en su esencia ni en aspectos fundamentales como nuestra definición de país, en nuestros derechos y obligaciones o en la distribución territorial del poder».
Page, saludando al presidente del Senado, Pío Escudero.
Apuesta por un debate, «pero sabiendo que se trata de una modernización, una mejora, una actualización, un cambio, pero no una revisión».
Page ha participado en Madrid en el acto del XXXVIII aniversario de la Constitución que se ha celebrado en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso y el que también han estado, entre otros, los presidentes de Asturias, Extremadura, Galicia y Madrid.
El dirigente socialista castellano-manchego ha recalcado que estamos en una legislatura «en la que hay que echar mucha mano del diálogo. Aunque hubiera tenido que ser siempre así, el diálogo nunca debe sobrar, siempre es conveniente. Y hay suficientes cauces y puentes abiertos con el Gobierno y los grupos parlamentarios como para poder llegar a acuerdos en el futuro».
Refiriéndose a «su» territorio, «Castilla-La Mancha siempre ha sabido defender sus intereses llegando a acuerdos», por lo que ha asegurado que su Ejecutivo mantendrá conversaciones con el Gobierno de España, «algunas de ellas en Toledo, a lo largo de los próximos meses», para tratar asuntos importantes para la región que, «debido a la situación política del país en el último año y medio han tenido que esperar más de lo debido».
Volviendo a la Constitución, «existen vientos de cambio para avanzar y modernizar la Carta Magna, vientos que pueden ser a positivo»; advirtiendo que la Constitución «hay que aceptarla íntegramente, incluyendo la parte que habla de su modificación. La sensación de actualizar la tiene todo el mundo aunque, eso sí, teniendo en cuenta las cunetas y sin tener que saber de antemano lo que todos queremos y hacia donde queremos conducir este debate».