La madrugada del 13 de mayo comenzaba el incendio del vertedeto de neumáticos de Seseña y se extinguía 20 días después. El inicio de produjo cuatro días después de un acuerdo para desmantelar este cementerio de ruedas usadas. Siete meses han pasado desde esta catástrofe medioambiental y ya se han retirado todas las ruedas de esta parcela de la localidad toledana de Seseña que no habían ardido. La nube tóxica de humo hizo que se planteara el cierre del aeropuerto Alfonso Suarez-Barajas.
Imagen de la parcela en la que se incendiaron los neumáticos tras las labores de limpieza.
Hace dos semanas informaba el consejero de Agricultura, Medioambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, de que en una semana se terminaban las tareas de limpieza de neumáticos de la parcela y comenzaban las de retirada de cenizas. Este martes el consejero ha estado en la parcela viendo cuál es el resultado de esta limpieza que ya ha finalizado.
Las ruedas, tras un proceso de triturado y reciclado se convertirán en combustible para calefacción, y será recomprado por las instituciones para calentar los edificios públicos. Las cenizas por su parte irán a vertederos autorizados, ya que como indicaba el Arroyo «son residuos no peligrosos», pero «no son inertes». Se espera que en el mes de marzo esté la parcela totalmente limpia.
El incendio se inició en la zona de la parcela perteneciente a Valdemoro (Madrid), pero rápidamente el incendio se propagó por la zona perteneciente al término municipal de Seseña, que era la que mayor área y número de neumáticos usados tenía.
En estos cerca de siete meses que han durado las tareas de limpieza, se han retirado 1.300 toneladas de alambres y 10.000 toneladas de ruedas sin arder, de las más de 21.000 toneladas que se almacenaban en este vertedero situado en el barrio de El Quiñón de Seseña.
Visita del consejero a Seseña.