«Todo apunta a que en 2016 María Dolores de Cospedal dejará de ser secretaria general del PP, pero la posibilidad de ser ministra hace que ella y lo suyos mantengan la esperanza de volver a tocar la gloria y parar el declive que su figura ha tenido en 2015». Así finalizaba en el Anuario 2015 el perfil de «Protagonistas» que dedicamos a Cospedal. Y, salvo que la repetición de elecciones generales ha retrasado el Congreso Nacional del PP, el pronóstico se ha cumplido.
2016 ha sido un año de desquite para la secretaria general del PP, que ha visto rebajar la presión sobre su figura, ha consolidado su relación con Rajoy en los difíciles meses hasta su investidura y ha recibido el Ministerio de Defensa, un premio por haber dado la cara en los peores momentos del «caso Bárcenas» y una segunda oportunidad de seguir en la primera línea de la política española.
Cospedal quiere permanecer como secretaria general y ministra, una aspiración poco probable para los analistas, pero ha dado la vuelta a su carrera política a lo largo del año. En Castilla-La Mancha mantiene al partido en permanente estado de revista y su figura es la única que no se discute en el cuadro de mandos, aunque la posibilidad de que no repita como candidata en 2019 empieza a calar entre los «populares». Ella insiste en cada reunión interna: «Trabajad, que en 2019 volvemos a gobernar».
«COSPEDAL ESTÁ FELIZ», LA FRASE MÁS REPETIDA EN EL PP
El nombramiento de Cospedal en Defensa, un Ministerio poco político pero muy lucido y con agenda internacional, se vive en el PP regional como un éxito colectivo. Ella combina las citas en Londres o con las tropas en Irak con las cenas navideñas del partido, en las que se ha dado un baño de respaldo.