El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, ha llamado la atención sobre cómo las ciudades europeas han reforzado su seguridad ante la amenaza yihadista, si bien ha pedido no olvidar «otros lugares donde el terrorismo también se ceba, en número aún mayor, con los inocentes, sin posibilidad de defenderse».
En su homilía pronunciada ayer, con motivo del día de Año Nuevo, Rodríguez Plaza ha opinado que la amenaza terrorista «es seria, pues este mal golpea a Europa en los cuatro puntos cardinales» y ha considerado que es justo querer y exigir seguridad, aunque ha descartado la posibilidad de que exista una «seguridad absoluta, incluso en Europa, con los enormes medios de que dispone el Estado».
Asimismo, ha insistido en que hay que pensar en «otras latitudes, donde muchísima gente se encuentra mucho más expuesta al impacto bestial de la violencia, que es siempre, en el fondo, nihilista».
Para solucionar esta violencia, Rodríguez Plaza ha expuesto que combatir el terrorismo tiene «una dimensión policial y militar», aunque ha opinado que ello no es suficiente.
«No bastan, pues, los tanques, las armas para afrontar la cultura de la muerte, la violencia insoportable del terrorismo. Entre nosotros, por desgracia, la cultura de la vida brilla un poco por su ausencia. Debemos agradecer a las fuerzas de seguridad del Estado, a sus hombres y mujeres, su sacrificio y el riesgo que corren para defendernos. Pero todos estamos inmersos en esta batalla», ha asegurado el arzobispo de Toledo.
En cambio, ha citado las palabras del Papa Francisco para pedir «construir una cultura de al vida, de la justicia y de la paz para 2017».
«La paz es la línea única y verdadera del progreso humano. No las tensiones de nacionalismos ambiciosos, ni las conquistas violencias ni las represiones de un falso orden civil», ha apostillado Rodríguez Plaza.