Cospedal, con dirigentes de su partido tras la toma de posesión como ministra de Defensa.
El Partido Popular de Castilla-La Mancha acaba el año manteniendo la hegemonía en las urnas y con su líder, María Dolores de Cospedal, en el Gobierno de España como ministra de Defensa. Fueron los dos grandes acontecimientos de un año en el que el PP empieza a acusar que ha vuelto a ser oposición en Castilla-La Mancha.
El 26 de junio fue uno de los dos mejores días del año para el PP en Castilla-La Mancha al lograr una contundente victoria en las elecciones generales: 475.118 votos, un 42,79 por 100, y 12 diputados de los 21 en juego. El PSOE retrocedió y obtuvo 303.254 votos, un 27,31 por 100 y 7 diputados. Unidos Podemos, 162.582 votos, un 14,64 por 100 y 2 diputados, mejoró resultados frente al desastre de Ciudadanos: 144.986 votos, un 13,06 por 100 y 0 escaños, porque perdió los 3 que había logrado el 20-D de 2015.
COSPEDAL ELIGE A CONDE Y ROMANÍ
El otro gran día del año para el PP de CLM fue el 3 de noviembre, cuando María Dolores de Cospedal tomó posesión como ministra de Defensa, un nombramiento que el PP vive como un éxito colectivo. Cospedal se llevó al Paseo de la Castellana a dos de sus mejores hombres en CLM, Agustín Conde, como secretario de Defensa; y su exconsejero de Hacienda, Arturo Romaní, como subsecretario. Especialmente llamativo fue el caso de Conde, quien tras no salir elegido diputado el 20-D dejó la política y en menos de un año ha regresado por la puerta grande como hombre fuerte de Defensa.
El caso Bárcenas siguió dando cal y arena. Cospedal conseguía sentencia firme del Supremo, que condenó al extesorero del PP a pagarla 50.000 euros por vulnerar su honor. Mientras, un juzgado de Toledo citó a declarar como imputados al exalcalde José Manuel Molina y a 6 de sus concejales en el llamado caso de la presunta mordida de 200.000 euros por la adjudicación del servicio de basura en 2007.
10 SUSPENSOS AL GOBIERNO
Como oposición al Gobierno de Emiliano García-Page, el PP sigue manteniendo una línea dura de crítica permanente y ha cerrado el año dando suspensos al presidente, al vicepresidente y a todos los consejeros. Así lo hizo Vicente Tirado.