Juan Manuel Montilla, de alias artístico «El Langui», rapero de ya larga reputación musical y que se dio a conocer en el mundo del cine al ganar un Goya al mejor actor secundario por su trabajo en «El truco del manco», pasa el fin de semana en Toledo invitado por su buen amigo, el fotógrafo Pepe Castro. Instalado en el AC Hotel Ciudad de Toledo de la capital regional y un día después de dar buena cuenta de las viandas del Restaurante Casa Aurelio, este artista polifacético (música, radio, cine, enseñanza) atiende a encastillalamancha.es. De Toledo dice que le parece bien la idea de quitar el tráfico en el casco y admite que es una ciudad incómoda para las personas discapacitadas.
¿Cuál es el motivo de tu visita a Toledo?
A ponerme un poquito más recto, a ver si tiene solución… A visitar a mi amigo Pepe Castro, gran fotógrafo, y a celebrar la víspera de cumpleaños de mi mujer, Rocío. Y a relajarme un poco, ya que con tanto estrés necesitaba un día y medio de tranquilidad. A echarme una siesta, que llevo mucho tiempo sin poder hacerlo.
¿Por qué el estrés?
Por el trabajo, y gracias, teniendo en cuenta los tiempos que corren. Por eso soy mucho más agradecido y pongo el 100 por 100. Me acuesto con la radio, me levanto con la radio y por la tarde radio; y preparando un disco, proyectos, conciertos…
¿Le gusta Toledo?
Ya he estado con «La Excepción» de concierto, presentando libros, etc. Muy bien. Me parece muy bien aquello de quitar los coches en el casco histórico. Va a retrasar el trabajo y el movimiento, pero está muy bien todo lo que sea conservar. Pero a la vez ternerlo tan conservado impide un poco la accesibilidad para gente con discapacidad que no puede disfrutar de Toledo o de su día a día. ¿Cuántos discapacitados habrá en Toledo que estarán resignados a tantas cuestas, adoquines, escaleras? Es una ciudad incómoda para un discapacitado o con movilidad reducida.
¿Con qué está ahora principalmente?
Por las mañanas con «Levántate y Cárdenas» y el programa de noche a partir de la una de la madrugada, los dos en Europa FM. También el programa «Radio Taraská» a través del podcast en internet, una vez a la semana. Me acuesto muy tarde y me levanto muy pronto.
¿Tiene en mente algún disco?
En mente y sí, trabajando en mi primer disco en solitario, pero esperando, porque tanto en solitario como con mi grupo «La Excepción» no puedo publicar nada a la espera de ese juicio eterno que el grupo tiene pendiente contra nuestras antiguas compañías discográficas, Warner y Zona Bruta. Llevamos cuatro años a la espera del juicio; demandamos nosotros, por incumplimiento de contrato, clásulas abusivas, etc.
¿Hay posibilidad de hacer alguna película más?
He rodado «La Cripta», que espero que se estrene a finales de año o principios del siguiente. Y hay proyectos que espero que lleguen a buen puerto para empezar a rodar.
¿Qué es lo que más te gusta hacer de entre todo lo que hace?
Empecé en la música, que me ha permitido conocer otras ramas, como la comunicación, la radio, la literatura, el cine. etc. Cada una tiene lo que no tiene la otra. Lo bonito de la radio, por ejemplo, es que no tiene imágenes. Mi programa «Radio Taraská» juega mucho con el alma de la radio. Y la literatura no tiene lo que tienen el rap y la música. En ellos buscas el verso y la rima perfecta, mientras que en la literatura tiras «pa alante como los de Alicante»… En general, todas me hacen sentir muy bien, muy útil, que de eso se trata. Y en mi caso, con parálisis cerebral, mucho más, ya que hallo un hueco en el que sentirme útil.
Lleva ya dos libros. ¿Habrá un tercero?
Sí, con Espasa, con la que sigo, tengo un tercero firmado, pero ahora mismo no doy para más. He montado una asociación socio-cultural llamada «A mí no me digas que no se puede», en Carabanchel, con la que hemos hecho dos proyectos, un de radio y otro de música. Han pasado cerca de 90 niños de todas las nacionalidades. Con todo ello, a ver si puedo ponerme con el tercer libro. Ideas tengo, pero no hay hueco para ponerme a escribir.
¿Se esperaba aquel Goya que le dio a conocer? ¿Le está agradecido?
Esas cosas no se esperan. Pero no me llegó todo del tirón, venía de una trayectoria anterior, de la música. El Goya me dio a conocer en el cine, pero en el mundo del espectáculo ya se me conocía con «La Excepción» y con el disco de hip hop de 2002 que logró un disco de oro sin mucha promoción. Llegamos a programas y abrimos telediarios, y con el segundo disco, otro disco de oro y un premio MTV al mejor grupo español en los MTV europeos, compitiendo con La Oreja de Van Gogh, Pereza, Nena Da Conte, Macaco… y era votación mundial. Y llegar a la Expo mundial, con Paco de Lucía, «La Excepción» y Alaska… Pero el gran premio de hacer la película fue interpretar el personaje de «El truco del manco».
¿De todas las colaboraciones con otros músicos que ha protagonizado con cuál se queda?
Son muchos, pero me quedo con Calamaro y Rosendo. Son gente que admiro y aprecio mucho. Poderles llegar a conocer y trabajar con ellos es increíble. Sigo teniendo una relación muy buena y esperemos volver a hacer cosas juntos.
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