Sí, es José María Fresneda, tiene 63 años y lleva toda su vida siendo el secretario general de Asaja (Asociación de Jóvenes Agricultores) de Castilla-La Mancha… Desde 1990, Ja, ja, ja… Le gusta mucho la música, en especial El Arrebato, Whitney Houston, «que me encanta», y Marc Anthony, «que me mata. ¡Me encantan los tres!». Además de todos los deportes en general, «ahora los veo, porque estoy medio cojo de tanto que jugué al balonmano, me rompí la triada (ligamentos cruzados y menisco) dos veces, y ahora juego al golf en un campito que hay en Cuenca».
Estudió «hasta donde fui capaz, Bachillerato superior», y entró en Asaja cuando comenzaron los movimientos sociales en España. «Participé mucho en política, en las juventudes de UCD y en los movimientos aquellos que había y que nos gustaban a todos los que estábamos sensibilizados con la democracia. Y nada más iniciarse la democracia me metí en el Centro Nacional de Jóvenes Agricultores».
Por cierto, que están leyendo la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
El momento más difícil que ha vivido fue en una manifestación en Toledo, con 30.000 personas, «que a mí se me fue de las manos, era mucha gente y yo pensé que una manifestación se controlaba porque todo el mundo iba a respetar las directrices marcadas por la organización. Y eso no pasa nunca, no sabía qué hacer y no sabía por dónde tirar. Al final no pasó nada…».
Le costó mucho asimilar «que ser un dirigente de una organización no es solamente salir en las fotos y hacer un mitin, hay que tener capacidad para controlar de verdad las actuaciones. Lo primero que tienes que pensar, en una movilización, es que no lo haces para desgastar a un Gobierno, sino para conseguir objetivos y poder darle a tu gente un resultado. No se puede frivolizar con esas cosas».
Sigan leyendo y verán que su vida ha sido…
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Fue a Venezuela hace poco… ¿Qué tal la experiencia?
Fui al estado de Mérida porque me lo pidió una organización iberoamericana de cooperación para colaborar e intentar hacer un proyecto global de agroindustria. Yo hago cooperación internacional desde 1985 en muchos sitios, en Iberoamérica, en África… Estuve en Venezuela cuatro días y pasé más miedo que siete viejas…
¿Por qué pasó miedo?
Porque había mucha inseguridad. Hay muchas necesidades y hay mucha gente necesitada en las calles. Había mucho militar armado y eso te genera un estado grande de ansiedad.
¿Nunca le han dicho aquello de… ¡Eres más bruto que un arao!?
Sí, ¡muchas veces! Algunas veces quienes me lo han dicho lo han hecho para justificarse y otras porque he sido bruto. Pero vamos, que no me veo como un bruto, un poco animal quizás sí, por la pinta que tengo de grande…
¿Siguen sin atreverse con Fresneda?
¡Conmigo se atreve todo el mundo porque saben que yo no soy nadie! Yo soy, como decía mi madre, un cacho pan. Y las madres siempre tienen razón. La única mujer que, en mi vida, ha tenido razón es mi madre. ¡Siempre!
Si fuera un animal, ¿cuál sería?
Un caballo grande.
Venga, cuénteme cuál ha sido su última bronca política…
No tengo broncas poltícas ya.
¿Ya? ¿Las ha dejado?
No tengo ninguna, no merecen la pena. Solamente les interesa a los que viven de la bronca política.
¿A los políticos?
¡Por ejemplo! Que se lo pasan fenomenal y se entretienen mucho.
¿Sigue pensando, como me contó en la anterior Entrevista Irreverente que le hice, que Mercedes Gómez ha sido la mejor consejera de Agricultura que ha tenido Castilla-La Mancha?
Sí. Ha pasado un tiempo y ahora tenemos un consejero que es un lujo como experto en política comunitaria y de conocedor de un modelo de agricultura moderno.
¿Alguna vez le ofrecieron ser político?
De verdad, de verdad…
Claro…
¡Nunca! No les debo interesar en esa faceta. No me hubiera gustado, porque si me hubiera gustado creo que no hubiera sido difícil estar en política. En esta democracia de ahora es más fácil que antes estar en política.
¿El consejero actual, Francisco Martínez Arroyo, es muy terco?
Sí. Es un hombre que tiene ideas fijas, aunque es muy dialogante. Cuesta muchísimo hacerle variar un criterio, defiende su razón con mucha fuerza.
Usted ha plantado algo en alguna ocasión patatas, tomates… No sé, ¡algo!
¡Claro que he plantado! Ajos. En mi casa teníamos ajos, cereal y viñedo. Y yo plantaba ajos, y cuando se acababan en mi casa me iba a otro sitio a plantarlos porque nos pagaban muy bien aunque madrugábamos mucho. A las cuatro de la mañana nos íbamos… Y a espalotar, a quitar los palotes a los ajos.
¿Es más de pueblo que las amapolas?
Me encanta el sentimiento del pueblo, me encanta… ¡Pues sí, seré más de pueblo que las amapolas! En un pueblo me siento muy cómodo porque estoy ancho. Se puede aparcar, tú te metes en el casco antiguo de Toledo y es un agobio de cuidado…
Que ha ganado Donald Trump…
Pues yo pienso… Mira, lo que dijo un mexicano que le hicieron una entrevista y el medio de comunicación esperaba que dijera barbaridades. ¿Sabes lo que dijo? Que había votado a Trump porque no es corrupto, que los planteamientos que dijo en la campaña ya lo reconoció él, que en la campaña había que decir de todo para animar a la gente… ¡Pero lo hace casi todo el mundo! A Trump hay que juzgarlo a partir de que sea presidente, no antes. Antes es especular. Hay que darle un margen, como a todo el mundo. Y no podemos olvidar algo, que el sistema es el sistema, le han votado y hay que respetar el voto de la gente. Me podrá gustar más o menos su flequillo, seguro que no, pero gobernar no ha gobernado todavía.
Fresneda y Podemos están muy cerca, muy lejos…
Ni muy lejos ni muy cerca, cuando nos hemos tenido que sentar a hablar hemos hablado. No hay más tu tía. Están ahí porque los ha puesto la gente, no hay que ser excluyentes.
¿Cospedal debe ser la próxima candidata del PP en Castilla-La Mancha en 2019?
Eso lo tienen que decir los del PP.
Y usted, ¿qué piensa?
Yooooooooo… No tengo mucho criterio, de verdad.
Y tiene que seguir siendo ministra, secretaria general del PP, presidenta del PP en Castilla-La Mancha…
Ha dicho el presidente del PP que esa mujer vale para muchas cosas. Y como en el PP lo que dice Rajoy va a misa… Debe ser que sí, que puede asumirlo. Pero yo no tengo criterio.
¿Fresneda es ecologista?
Depende… Pues como todo el mundo, porque todos somos ecologistas. Me llevo bien con ellos. He tenido oportunidad últimamente de hablar con Miguel Ángel Hernández, el coordinador de Ecologistas en CLM, y hemos profundizado en los temas.
A ver, hábleme de las ZEPA…
Ja, ja, ja… Eso es… Eso es una… A lo que ha llegado el… Es un debate estéril por parte de mucha gente.
¿De quiénes?
De la clase política fundamentalmente y de verdad lo de las ZEPA es tan grave que yo no me atrevo a frivolizar. Me atrevo a decirte lo que pienso de eso, pero no a frivolizar. ¡Y aquí todo el mundo frivoliza! Mira, declarar una ZEPA sin criterios técnicos, sin el criterio de los que habitan en la zona, sin criterios económicos, sin ni siquiera criterio medioambiental… ¡Eso es una barbaridad!
¿Eso se ha hecho?
Sí. A quien debió pensar en 2005 que era la hostia sostener una zona ZEPA porque iba a venir dinero de Bruselas… ¡Y ahí no hay ná que hacer, no hay ná que rascar! De verdad, ¡que no hay ná que rascar! La gente confunde. Se declara zona ZEPA, automáticamente para hacer algo ahí se necesita un informe de impacto medioambiental y para que te emitan ese informe tiene que haber un plan de gestión. Y hoy, ¡hoy!, la gente sigue pensando que para qué van a hacer los planes de gestión… ¡Coño, porque es necesario! Porque lo dice un reglamento comunitario. Lo que yo quiero es que ese plan de gestión no limite la capacidad del sistema productivo de nadie en su propiedad privada, en su parcela o en su explotación.
¿Eso el consejero no lo entiende?
Yo creo que sí, que lo entiende. Pero debe haber otros factores que influyan en su decisión de no mover ficha. Porque… Yo he llegado a acuerdos con él perfectamente, igual que me entiendo con los ecologistas. Y sobre todo con los agricultores, que estamos todas las noches con ellos en asambleas, ¡a tope! Pero luego tú ves en los borradores lo que, aparentemente, has acordado con todo el mundo y ahí no aparecen los planes de gestión. Porque no acepto limitaciones, no acepto que haya inseguridad jurídica y porque no quiero ninguna obligatoriedad para ningún agricultor. Porque hay espacio suficiente para todo, nosotros no podemos aceptar un acuerdo. Pero es que creo que con los ecologistas se podía llegar a un acuerdo, no se ha profundizado suficientemente en el tema.
¿Se pierde mucho dinero con las ZEPA?
Mucho. Claro, porque cuando… La especulación informativa o económica en los pueblos funciona muy bien. Y la especulación política… ¡Eso es la leche, eso es espectacular! Pero claro, un agricultor se acojona cuando quiere poner una viña y le dicen: ¡Ten cuidado, que es zona ZEPA y vale menos! A esa inquietud, a esa angustia no se les ha dado solución. El plan de gestión está en contra de los propietarios de esas tierras, que son los agricultores.
¿Quién fue su primer amor y a qué edad?
Se llamaba Rosario y era de mi pueblo. Yo tendría unos 14 años.
¿Le han dado muchas calabazas amorosas?
Me han dado, me han dado… ¡No muchas, pero sí me han dado!
¿Usted hubiera dado la orden de matar a Bin Laden?
De que lo pillaran sí, que lo mataran no. Es que dar la orden de matar a alguien… ¡Eso es espectacular, se me ponen los pelos como escarpias!
¿Alguna fobia confesable?
No sé si llega a ser fobia, pero a volar sí.
¿A volar? ¡Pero si no ha parado de hacerlo!
¡Pero casi siempre voy acojonao! Y empiezo a pensar y me acojono mucho. Tienen que pasar muchas cosas en el vuelo para que se me haga corto el viaje. Luego no me puedo dormir nunca… ¡Me entra sudor frío!
¿Es partidario de que las parejas de homosexuales adopten niños?
Mira, con todos mis respetos… ¡Con todos mis respetos! Yo no lo haría. Y tengo amigos y familiares homosexuales a los que adoro por su sensibilidad, pero yo no soy capaz… ¡No lo sé, pero no soy capaz de entender eso! No he aprendido, no me han educado así, me gustaría tener más capacidad para entender esas cosas, pero no…
Seguro que hay parejas de homosexuales, hombres o mujeres, que educan tan bien o mejor a un niño o una niña que una pareja de heterosexuales…
¡No te quepa la menor duda de que seguramente puede ser! Pero yo no lo puedo entender, de verdad. Pido que con el respeto que yo lo planteo que me respeten a mí también.
¿Alguna anécdota en un viaje?
¡Muchas! Una vez, volando desde San José de Costa Rica a Panamá había tantas turbulencias, le tenía tanto miedo a eso y cómo estaría que hubo una niña o un niño a mi lado, ya ni me acuerdo, que se quitó el cinturón y me echó agua por la cabeza porque pensaba que me estaba asfixiando, decía que tenía la cabeza roja… ¡Que se me había encendido la cabeza! Yo iba muerto…
¿Algo desconocido de José María Fresneda que nos sorprendería?
Creo que soy muy básico y no tengo nada… ¡Soy encefalograma plano para eso!
Sea sincero, ¿qué piensa de los periodistas?
Que es una profesión muy respetable y que si tuvieran, todos, la libertad que deberían tener, que el medio de comunicación se lo pudiera dar, yo creo que la transparencia iba a ser mucho más de lo que es.
¿Cuál fue su primer sueldo?
En la Seguridad Social, en una de sus obras, y fue… 300 pesetas al mes. Yo tenía 17 años y desde entonces sigo cotizando.
¿Alguna vez ha cobrado en B?
No, no, no, no… No porque no haya querido o dejado de querer, sino porque nunca me he visto en esa tesitura. Yo era funcionario y en B no te pagaban. Luego entré a trabajar en la organización y donde yo he estado la transparencia ha sido absoluta.
¿Tiene algún tatuaje o piercing?
No. Ni lo entiendo y me da miedo. ¡Yo no me quiero pintar la piel! ¡Ni quiero que me pinchen para ponerme una cosa que me cuelgue! ¡No me jodas! Me da cosa…
En caso de necesidad, ¿qué estaría dispuesto a hacer? Una, robar para comer; dos, prostituirse para comer; o tres, engañar a Hacienda.
Robar para comer. Es que si engañas a Hacienda al final te pillan y luego te cuesta más el ajo que el pollo. Y prostituirme, vocacionalmente no, no, no…
¿Le gusta bailar?
¡Mucho!
¿Con quién le gustaría echarse un bailecito?
Con Ginger Rogers.
¿Pena de muerte sí o no?
No lo veo, no lo veo…
¿Ha robado algo?
No, la conciencia… Lo pienso y me pongo malo.
Y a usted, ¿le han robado, atracado?
En plena Navidad, en Madrid, a las cuatro y media de la tarde, salía de comer y me robaron el reloj. ¡Un tío desesperado! En la calle, fui a abrir el coche, me enganchó el brazo, me quitó el reloj, se cayó el reloj, se rompió el reloj, no se llevó nada… Montó un lío… En Capitán Haya. Se llevó un trozo de reloj, porque yo vi otro trozo en el suelo. Estaba desesperado ese hombre.
¿No había gente por la zona?
Dos guardias municipales y uno de ellos me dijo: ¡Vaya putada! Y yo le contesté: ¡Muy grande!
¿Lo vieron y no intervinieron?
No, fue todo muy rápido.
Y se quedó sin reloj…
Sí. Era de imitación, pero le tenía yo mucho cariño. Era un Panerai de imitación, los de verdad valen mucho dinero. Me costó unos 25 euros.
¿Colecciona relojes?
Y de imitación todos. Sí, funcionan muy bien. Tendré 20, 30 ó 40, muchos. Lo que más me gusta es cuando voy con un reloj de esos, que son unos pelucos de cuidado, y me pongo así (se remanga), lo hago a propósito, y la gente te mira, insiste, joder qué reloj… ¡Me encanta! Ja, ja, ja… La gente no se fija en el fondo, en quién eres, en cómo eres… ¡Y si se fijan es para joderte! Ja, ja, ja… ¡Es la verdad!
Alguna vez también le robaron…
Sí, en el semáforo de Conde de Casal, también en Madrid. Entraba yo desde Cuenca y un tío me puso un cuchillo en el cuello por la ventanilla del coche y otro abrió la otra puerta y me quitó el teléfono móvil y un ordenador. Y como a mí le ha pasado a mucha más gente. El del cuchillo estaba más nervioso que yo, estaba acojonado… Entonces aprendí que aunque te roben el móvil, vas a una Comisaría y das el número de bastidor y lo bloquean rápidamente. Y efectivamente es así, lo bloquean y ya no les vale para nada.
¿La famosa que más le atrae físicamente?
Julia Roberts.
¿Qué nos puede contar de la primera vez que hizo el amor?
Que estaba muy asustado… ¡Porque era una cosa muy rara! Joder… ¡Alucinaba! Tenía unas sensaciones espectaculares pero con unos nervios que te mueres… Porque una cosa es la teoría y otra cosa es la práctica, ¡que es la hostia, no tiene nada que ver! Ja, ja, ja…