El vi
El viceportavoz del Grupo Municipal Popular en Toledo, José López Gamarra, ha dicho esta mañana que «no es normal que veamos colonias de gatos rompiendo y comiendo de las bolsas de basura que se dejan en la calle a cualquier hora del día, a las que también acuden palomas, ratas y ratones creando problemas de salubridad».
Para Gamarra, «no es normal que las palomas cada día sean más numerosas en la ciudad, y que su palomina esté deteriorando el patrimonio histórico recientemente restaurado como son las cubiertas de las iglesias de San Miguel y San Justo».
Ha añadido que «tampoco es normal que las alcantarillas estén atascadas y sean inservibles, o que sea imposible acceder a los baños de la Vega porque da asco entrar», ha insistido el viceportavoz, que ha explicado que «estas denuncias no se las inventa el PP sino que las trasladan vecinos y asociaciones vecinales».
EL PP INSISTE EN PEDIR EL ARREGLO DEL PASEO DE FEDERICO GARCÍA-LORCA
Además López Gamarra ha lamentado que Tolón califique de «ocurrencia» que se pida el arreglo del Paseo Federico García-Lorca «cuando son los propios comerciantes y vecinos los que lo están solicitando, pues muchos de ellos se han visto obligados a cerrar sus locales y otros muchos están en peligro debido a la presión fiscal que sufren y a que el paseo cada día está más intransitable».
«SEGUIMOS SIN RECIBIR EL INFORME DEL AMIANTO»
Por otra parte, Gamarra ha denunciado que «Tolón sigue sin querer dar explicaciones al PP sobre el informe técnico de amianto que según el consejero de Medio Ambiente se ha tenido en cuenta para retirar los vertidos de los terrenos propiedad de la Junta y según el portavoz del equipo de gobierno municipal todavía está sin finalizar».
López Gamarra ha manifestado que la reunión que el PP solicitó a la alcaldesa por escrito hace casi una semana, tras estar esperando la información desde el pasado verano, «sigue sin ser convocada, lo que evidencia que Tolón no tiene ningún interés en que los concejales del PP reciban información sobre el amianto y solo le preocupa esconder el problema debajo de la alfombra para que los vecinos se olviden de él cuando no esté a su vista el fibrocemento».