«El papel del conocimiento en la sociedad que viene» es el título de la ponencia pronunciada recientemente por el economista Juan Ignacio de Mesa en el ciclo de debate organizado por el Grupo Vitoria de Investigación Económica y Social en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Toledo.
PARA VER LA GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS, PINCHE EN LA IMAGEN O SOBRE ESTA LÍNEA
Durante su intervención, que fue posterior al homenaje que recibió en reconocimiento a la labor docente que ha realizado en la Universidad de Castilla-La Mancha, el también presidente de la Real Fundación de Toledo puso en valor la evolución sufrida por el conocimiento a lo largo de la historia de la humanidad y, sobre todo, el vertiginoso avance que ha tenido en las últimas décadas. En este sentido, indicaba que «hemos avanzado más en conocimiento en el último siglo que en los 200.000 años de existencia de Homo-Sapiens».
Considera que la sociedad debe tener en cuenta que quien sigue las tendencias entiende el mundo y quien anticipa las tendencias lo cambiará. Por ello -señalaba a los asistentes a su conferencia- «la Universidad tiene la obligación de preparar a las nuevas generaciones para cambiar el mundo».
De Mesa hacía hincapié en que el progreso pasa por la inovación y el liderazgo en conocimiento, una asignatura aún pendiente para España, añadía.
Vaticina que, fruto de todos estos cambios que estamos viviendo, en 20 años desaparecerán entre el 70 y el 80 por 100 de los empleos actuales, una transformación en la que tiene mucho que ver «la gran revolución tecnológica que la humanidad tiene a su mano: internet», la cual permite «la posibilidad real de un acceso universal al conocimiento».
Tras hacer referencia a fenómenos como la impresión en 3D, a los avances médicos o a la utilización de robots en procesos productivos, entre otros aspectos, señalaba que «nada va a ser igual; estamos pasando a una nueva época en la que la revolución del conocimiento va a permitir disponer de los medios suficientes para luchar contra el hambre, la guerra y la muerte». Ante este panorama, «la sociedad en su conjunto y la Universidad en su nombre tienen la obligación de educar a las futuras generaciones para que esta posibilidad se convierta en realidad».