Ecologistas en Acción de Castilla-La Mancha considera que el nuevo plan de residuos aprobado en la comunidad autónoma «no crea los suficientes mecanismos para evitar manejos ilegales e incendios como los de Seseña o Chiloeches y sigue priorizando la incineración y el vertido frente a otros sistemas de gestión no contaminantes», tal y como han señalado hoy en una nota de prensa.
La organización se siente «defraudada y frustrada ante la negativa de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural a aceptar la mayor parte de las alegaciones que se les han presentado en el sentido de apostar por la reducción, la reutilización y el reciclado».
Entienden que el escenario de los residuos en Castilla-La Mancha «no puede ser más desalentador, hay bajas tasas de reciclado, un descontrol evidente de los centros de gestión y falta de control administrativo eficaz que ofrece el caldo de cultivo donde prosperan situaciones como las que han dado lugar a las catástrofes ambientales de Seseña y Chiloeches».
Señalan además que el plan «facilita el subterfugio para seguir apostando por la incineración a través de los llamados combustibles alternativos. Este será el destino de parte de los neumáticos de Seseña y de las 50.000 toneladas de hidrocarburos tóxicos de la laguna de Arganda. Restos que se quemarán en centros de trabajo y cementeras sin que nadie pueda asegurar que con su combustión no se liberarán a la atmósfera las mismas sustancias tóxicas que se emitieron en el incendio».