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Consejo de Gobierno 07/02/2017junio 6th, 2017

Los maestros, los médicos de atención primaria o pediatras, los servicios sociales y las familias cuentan desde hoy con un protocolo para actuar de forma coordinada en la detección y seguimiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha celebrado hoy una reunión abierta con los responsables de la Federación de Asociaciones de Ayuda al TDAH, donde se ha dado el visto bueno al protocolo de actuación con alumnos TDAH.


El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, ha explicado que este curso hay en los centros educativos de la región un total de 3.360 alumnos con diagnóstico de TDAH, de los cuales 315 son de la provincia de Guadalajara, 724 de Albacete, 715 de Ciudad Real, 400 de Cuenca y 1.206 de la provincia de Toledo.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Ayuda al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), Gloria López Ruiz, ha insistido en la importancia de detectar cuanto antes este trastorno, que da lugar a un alto índice de fracaso y abandono escolar, lo que en la edad adulta dificulta el acceso al mercado laboral y eso puede dar lugar a la exclusión social.

De ahí que tanto los consejeros de los departamentos implicados -Educación, Sanidad y Bienestar Social- como la federación hayan coincidido en la importancia de detectar este trastorno en los niños cuanto antes para dar una respuesta integral de calidad.

El protocolo establece los pasos que hay que dar en el caso de que se detecte este trastorno en el colegio, en el servicio de pediatría o atención primaria o bien por parte de las familias, tras lo cual se tiene que confirmar el diagnóstico y, después, se hará un seguimiento de los casos para valorar las medidas aplicadas en los distintos ámbitos de actuación.

Así, si en el colegio se observan dificultades que afecten al rendimiento académico o al comportamiento, el tutor lo comentará al equipo docente para, en caso de que se sospeche un posible TDAH, remitirlo al pediatra.

Si es éste el que lo observa en alguna de las revisiones, el médico solicitará información al colegio y, en caso de que lo estime necesario, derivará al niño a la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil.

Y cuando sean los servicios sociales los que lo sospechen, acordarán con la familia la derivación del pequeño al pediatra.

Una vez confirmado el diagnóstico, la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil informará al pediatra y al centro educativo para ajustar las medidas necesarias y se realizará a continuación un seguimiento adecuado con intercambio de información.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Ayuda al TDAH ha destacado que este es un protocolo «importantísimo» para dar una respuesta integral y coordinada a este trastorno que puede perdurar hasta la edad adulta.

Gloria López ha explicado que el TDAH es «muy fácil de detectar porque son comportamientos extremos. Todos los niños son hiperactivos o no están atentos en algún momento, todos los niños son impulsivos, pero en el caso del TDAH estaría llevado al extremo».

Cuando estas dificultades causan una alteración que no permite que el día a día se desarrolle de manera normal, se crea un trastorno, y según ha insistido López, «es fácil de detectar por eso, porque ves que tu hijo no responde como otros niños de su edad».

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