El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado hoy que 2017 «va a ser un buen año de crecimiento económico», aunque «quizá no tanto a nivel del conjunto de España y de Europa», pero ha confiado en que la región crecerá por encima de la media nacional.
«Tenemos muchos motivos para estar optimistas en generación de empleo, en llegada de empresas, pero sobre todo para estar orgullosos de que realmente tenemos la posibilidad de seguir creciendo», ha aseverado García-Page durante la presentación de la nueva aplicación turística y divulgativa del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.
«Si vienen bien las finanzas del Estado, estupendo», ha opinado, pero ha sostenido que «para que nadie piense» que están «al pairo de lo que pase, cruzados de brazos, pensando que esto depende de otros», tienen «la posibilidad de ampliar el Producto Interior Bruto (PIB), la riqueza» de la región.
Ha expuesto que pueden «seguir creciendo al margen de todas las influencias y de todas las turbulencias» si se hacen «las cosas bien».
«Experiencias tenemos, Castilla-La Mancha ha sido conocida en toda su historia por ser una gran potencia agraria y ganadera y lo seguimos siendo», ha aseverado García-Page y ha añadido que la región «tiene un componente del sector primario, de la agricultura y la ganadería».
Con ello, ha celebrado que «la gran revolución, la gran desmitificación, el gran sentimiento de orgullo y de autoestima» es el que se «ha producido en los últimos 20 ó 30 años, probablemente, una línea constante de la autonomía» con «la industrialización» del sector agrario.
«Este esfuerzo que se ha hecho nos ha convertido en una enorme potencia agroalimentaria, hoy casi todos nuestros productos bandera son punteros, no tienen problema, tienen sostenibilidad y están pujando fuerte. Tenemos unos porcentajes de gestión óptima de nuestra campo, de nuestra ganadería, en una línea muy avanzada en lo que se podría llamar en España y en el resto de Europa», ha aseverado.
También ha dicho que la región, con dos millones de habitantes «en un territorio que es inmenso», está «en un proceso equiparable en lo que tiene que ver con el turismo y la conservación ambiental».
Así, ha afirmado que Castilla-La Mancha tiene «minas a cielo abierto», los paisajes y monumentos, que ha dicho que es «donde radica el talante, la forma de ser o la inteligencia» que se pueda «tener como generación».
«En una sociedad compleja como ésta donde cada vez hay más gente que se está extremando, es muy importante que los gobiernos, las administraciones, demos ejemplo y nos comportemos de manera centrada. No estoy hablando ni de izquierdas ni de derechas sino centrada en el sentido de equilibrada, de moderada, de poner en común los intereses de mucha gente», ha expuesto.
García-Page ha incidido en que «hay gente que piensa que para que se defiendan bien los espacios naturales hay que alejar al hombre, al ser humano», mientras que «hay gente que piensa que no tiene ningún sentido proteger el medio ambiente si no es para sacarle provecho» y «gente que no cree en el cambio climático, algunos que mandan mucho».
Sin embargo, ha afirmado que el Gobierno de Castilla-La Mancha está «en el punto central», quiere conservar el patrimonio monumental y natural «porque es un valor moral, una obligación con las generaciones futuras», pero también transformándolo «poco a poco en una industria en el buen sentido de la palabra, la industria turística, la industria monumental y la industria ambiental».
«El éxito está en conciliar todos los intereses y saber que esto hay que defenderlo, hay que cuidarlo, hay que mimarlo porque estos últimos años han sido terroríficos», ha aseverado.
EL PRESIDENTE HABLARÁ «A LA VUELTA DE MUY POCAS SEMANAS» CON MURCIA Y VALENCIA SOBRE EL AGUA
Por otro lado, el presidente de Castilla-La Mancha se reunirá «a la vuelta de muy pocas semanas» con sus homólogos de Murcia, Pedro Antonio Sánchez (PP), y de Valencia, Ximo Puig (PSOE), para tratar de alcanzar un acuerdo en materia de agua.
García-Page se ha mostrado «optimista» y ha confiado en lograr «cuando acabe esta Legislatura» un «principio de acuerdo con los gobiernos murciano y valenciano» en torno al agua.
Para el presidente de Castilla-La Mancha, «lo importante» es ir «por un camino de coordinación» y, por ello, ha dicho que se reunirá con los presidentes de Murcia y Valencia.
«Para empezar a hacer entre nosotros lo que, sin duda, no puede ser sin nosotros y, además, no nos lo van a dar resuelto nunca», ha expuesto y, en este sentido, ha reconocido que no confía en el Gobierno de Mariano Rajoy para que «arregle el problema del agua».
Ha denunciado que, «cuando ha habido ocasión», les «han dejado tiritando» y, por ello, ha celebrado «y mucho» las palabras del presidente de Murcia en la Conferencia de Presidentes donde, a su juicio, «vino a reconocer delante de todos que de agua hay que hablar, que eso de que hay un pacto de Estado es falso».
El presidente de Murcia, ha continuado, quiere retomar las conversaciones para «un gran pacto de Estado sobre el agua» y, sobre este asunto, ha considerado que si «hay que negociar y renegociar sobre el agua es porque, evidentemente, ese famoso pacto» que les «vendieron» fue «no la venta de un pacto sino de toda la región y de todos los intereses naturales de Castilla-La Mancha».
«El Gobierno de España sigue haciendo trasvases al Levante que los va a tener que hacer en cubitos de hielo, tal y como nieva y como viene la nieve en el Levante español», ha ironizado.
A juicio de García-Page, es «paradójico» que haya problemas de agua en Castilla-La Mancha y que, sin embargo, se siga «mandando agua todavía a zonas de este país que tienen sobrecargados los acuíferos» y tienen «problemas de inundación de nieves y de adversidades climatológicas».