El afiliado que presentó en el XVIII Congreso del PP la enmienda contra la acumulación de cargos en el partido, Francisco Risueño, ha enviado un burofax a la dirección del PP pidiendo que un notario levante acta de las imágenes de la votación de esta enmienda, que no salió adelante sólo por 25 votos, y que se identifique a quienes intervinieron en el recuento.
Risueño ha enviado el texto a Fernando Martínez-Maillo, coordinador de la ponencia de Estatutos en la que se debatió esta enmienda, y a Cristina Cifuentes, como presidenta del XVIII Congreso del PP, porque los considera los «máximos responsables» de lo ocurrido durante la votación.
En el texto este compromisario de San Clemente (Cuenca) pide que se pongan a disposición de un notario, para que levante acta, todas las imágenes recogidas en el plenario de la Caja Mágica el pasado viernes por la tarde, mientras él defendía la moción y esta se votaba, y se ha ofrecido a pagar él al notario porque «en ningún caso» quiere que «le cueste un céntimo al partido esta petición».
Asimismo, ha pedido que se identifique a las personas que realizaron el recuento, lo sumaron y se lo trasladaron a los medios de comunicación, y que se dé a conocer su relación con el Partido Popular.
Risueño ha mostrado su extrañeza porque en un plenario «lleno a rebosar» hubiese sólo 640 votos de los 3.100 compromisarios, y ha señalado que Martínez-Maillo dijo entonces que «a ojo de la mesa se rechaza la enmienda» para luego añadir «hasta el recuento definitivo» que, según ha recordado, no se anunció al plenario sino directamente a los medios.
El compromisario de San Clemente ha defendido que «la claridad y la transparencia deben prevalecer por encima de otras cuestiones» en el PP y ha dicho a Martínez Maillo que nada le gustaría «más que estar equivocado» y saber que efectivamente perdió la votación por 25 votos para sentirse «orgulloso de ser afiliado del Partido Popular».
Además, ha pedido disculpas al recién nombrado coordinador general del PP «por el mal rato que tuvo que pasar rechazando la enmienda con el argumento por todos conocido y por el cambio del color de cara».
«Nunca fue mi intención», ha apostillado Risueño.