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20/02/2017junio 6th, 2017
Mar G. Illán Mar G. Illán

En la antesala de la apertura del plazo de presentación de candidaturas, que comienza hoy, lunes 20 de febrero, el PP de Castilla-La Mancha ha lanzado una campaña para movilizar a toda la organización e implicarla en la aclamación de María Dolores de Cospedal para que sea reelegida por cuarta vez presidenta del Partido Popular en Castilla-La Mancha.

En realidad no cabe otra, ni el PP dispone de otra opción ni Cospedal tiene interés en dejarse escapar el control del poder territorial que mantiene, pero el PP en Castilla-La Mancha está dispuesto a hacer olvidar a su líder el trago amargo del Congreso Nacional a costa de la polémica por la acumulación de cargos y la votación de la llamada “enmienda anti Cospedal”. Con estos movimientos el PP y Cospedal quieren dejar claro que su cargo en CLM se debe a la voluntad de la organización porque no hay otra alternativa.


El PP castellano-manchego quiere dar a Cospedal la oportunidad de sacarse la espina del debate interno por la acumulación de cargos con un Congreso Regional que, aunque ya se sabía que iba a ser tranquilo y entregado a su jefa de filas, tenga además ingredientes en grandes cantidades de muestras de apoyo, reconocimiento y cariño hacia su figura durante el mes previo y en la jornada elegida para revalidar a Cospedal en el PP de CLM: el 18 de marzo.

“O Cospedal o el caos y la nada” es una idea muy asentada entre los militantes y simpatizantes del partido en Castilla-La Mancha, que piensan que a corto plazo cualquier otra opción tendría resultados nefastos y consecuencias dramáticas para el partido. Están convencidos de que el PP volvería a las luchas intestinas y fraticidas que lo caracterizaron hasta que llegó la hoy ministra de Defensa en mayo de 2006.

Consciente de ello, los dirigentes del partido lanzan una campaña de aclamación a Cospedal que en su debut ha sido trending topic en Twitter y que, de paso, tiene otros efectos secundarios. Por ejemplo, moviliza internamente, mantiene la moral de la tropa tras el revés que supuso perder el gobierno en mayo de 2015 para devolvérselo al PSOE de Emiliano García-Page, cierra filas indiscutiblemente en torno a la figura de Cospedal y permite a la expresidenta de Castilla-La Mancha un desquite y un homenaje en casa por todo lo alto.

Lo cierto es que hasta hace unos días no había ninguna duda, porque el PP lleva desde mayo de 2015 repitiendo cada día que «Cospedal es la líder indiscutible del PP de Castilla-La Mancha», que «Cospedal será la candidata del PP en Castilla-La Mancha en 2019 y volverá a ser presidenta» y que «Castilla-La Mancha es la mayor preocupación de Cospedal». Ella misma ha afirmado en diversas ocasiones que estaría encantada de continuar como presidenta del PP y volver a ser candidata si su partido así se lo pide.

¿Por qué, entonces, la propia Cospedal y Vicente Tirado siembran dudas sobre su continuidad dando a entender que aún no está decidida?

Personalmente creo que por estrategia, que persigue conseguir varios efectos, como he dicho anteriormente: la aclamación porque no hay alternativa, la constatación de que es el PP el que pide que Cospedal siga siendo su presidenta y no al revés, la reafirmación de la unidad sin fisuras en torno a su figura, el ninguneo a las críticas internas y externas por la acumulación de cargos, y un homenaje que se acercará a la apoteosis cuando Cospedal entre y salga del Congreso Regional del PP el 18 de marzo. Y de paso, nadie se fija en quién sube y quién baja en el nuevo Comité Ejecutivo Regional, en el que habrá algunos cambios.

El mensaje de unidad mientras el PSOE se dirime entre papá, mamá o el tío Patxi no es un objetivo pequeño para el PP, pero la reivindicación de la figura de Cospedal en tono de aclamación tras las críticas por la acumulación de cargos, creo que es la principal razón del repentino cambio de estrategia de sembrar dudas sobre la continuidad de Cospedal al frente del PP castellano-manchego. Hemos visto la campaña en Twitter y la reunión de los cinco presidentes provinciales del PP en pos del mismo fin, la reelección de su presidenta. Seguramente serán solo las primeras de una cadena de acciones, declaraciones y actos que se irán llevando a cabo hasta que el Congreso Regional abra sus puertas.

No creo que esté en duda la continuidad de Cospedal, sino que lo que se pretende es que quede claro que ésta no parte de su ambición personal, sino de la voluntad y la necesidad del partido en Castilla-La Mancha. Así interpreto, además, las palabras de Cospedal en una entrevista con el diario «La Razón» en su edición del pasado domingo: “En estos momentos, haré lo que quiera mi partido”. Como ella sabe muy bien, su partido quiere que siga. Fin de la cita.

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