El secretario regional de CCOO, José Luis Gil, ha achacado la no convocatoria del premio Abogados de Atocha, por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, al acoso sistemático a los sindicatos de clase y a la revisión de la historia más reciente «que está llevando a cabo la derecha de este país». En un acto conmemorativo del asesinato de los cinco abogados laboralistas en un despacho de la calle Atocha en enero de 1977, Gil ha considerado que el la no convocatoria del premio no se ha debido al «mantra» de la crisis, sino «a razones mucho más peligrosas».
Las verdaderas razones «tienen más que ver con el acoso sistemático que algunos alientan, también desde el Gobierno regional, al sindicalismo de clase», ha añadido.
También ha enmarcado la no convocatoria en «la campaña denigrante de la revisión de la historia más reciente que están llevando a cabo la derecha política y mediática de este país».
Según Gil, desde la derecha política y mediática «intentan suprimir el recuerdo de los abogados de Atocha y nos presentan al recientemente fallecido Fraga Iribarne como un padre de la democracia de este país y además de eso procesan al juez Garzón porque se atreve a abrir una causa contra la dictadura franquista».
En este sentido, ha señalado: «nadie discute que en este país, en este momento, la derecha tramontana de la que nuestra presidenta es una genuina representante, está negando no solamente la historia, sino también de forma grosera y soberbia, el reconocimiento a los protagonistas de la historia compartida por muchos y por muchas en Castilla-La Mancha y en nuestro país».
«Con estas premisas se entiende que el Gobierno, de forma unilateral como suele hacer sus cosas, haya decidido suprimir el premio Abogados de Atocha con el que nuestra región reconocía a personas, a colectivos, a instituciones que se destacaban especialmente por su compromiso y su defensa de los derechos humanos y de las libertades públicas», ha aseverado Gil.
«Esto a ellos les incomoda y quieren acallar todas las voces discrepantes», ha advertido Gil, quien ha avisado: «vamos a seguir defendiendo la libertad de expresarnos aunque no sea coincidiendo con el pensamiento único que pretenden instaurar».
En similares términos se ha expresado el secretario general de CCOO de Madrid, Javier López, quien ha dicho: «no podemos ser cómplices de la desmemoria y del silencio y tenemos que seguir aireando la historia de este país, por incómoda que sea».
«Si no mantenemos la memoria los horrores vuelven a reproducirse», ha aseverado López, quien ha advertido: «si el eco de la voz de los abogados de Atocha se debilita nosotros nos debilitaremos».
Por su parte, el director de la Fundación Abogados de Atocha, Raúl Cordero, ha lamentado -al igual que sus compañeros-, la falta de respuesta del Gobierno de Castilla-La Mancha y de su presidente Cospedal, a cuya disposición se pusieron hace varios meses para la convocatoria de este premio.
Cordero ha dicho que esperaron dos meses, hasta el 22 de julio de 2011, para enviarle una carta a Cospedal en la que además de felicitarla le recordaban que la Junta venía convocando este galardón desde el año 2002.
La carta «no ha tenido nunca respuesta», ha lamentado Cordero, quien ha considerado «más allá de que se hubiera seguido entregando se nos podía haber contestado de alguna manera» y ha descartado que la decisión de no convocar el premio se haya debido a motivos económicos, porque no tiene dotación económica y solo cuesta «una estatuilla y un local».
El premio Abogados de Atocha fue instaurado por la Junta de Comunidades en el año 2002, para reconocer a personas, colectivos e instituciones destacadas en la defensa de los derechos humanos y las libertades públicas.