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26/04/2012junio 13th, 2017

Daniel Serrano Recio. Nacido el 3 de enero de 1920 en La Torre de Esteban Hambrán (Toledo) y exiliado en 1963 a Francia después de luchar en el bando republicano y pasar 12 años en prisión. Cambian los nombres, los lugares y las fechas pero las historias de los que tuvieron que huir son muy parecidas. Este toledano de 92 años es el protagonista de «No darse por vencido», un documental de una hora y media de duración dirigido por la española Susana Arbizu y el francés Henri Belin, hijo de españoles emigrantes.

La Biblioteca Municipal «José Hierro» de Talavera acoge el 27 de abril a las 19:00 horas la presentación de este largometraje seleccionado en Francia en los festivales internacionales de Cinemed de Montpellier, Traces de Vie de Clermont-Ferrand y Champ-Contrechamp de Lasalle. Acudirán los autores del mismo; Emilio Sales Almazán, presidente del Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha; y el propio Daniel Serrano, quien ponía de manifiesto a encastillalamancha.es que «es hora de decir la verdad en España de lo que ha ocurrido; es necesario enseñar la historia en las escuelas».


A sus más de 90 años tiene fuerzas más que suficientes como para seguir reivindicando la memoria de su hermano Eudaldo -quien llegó a ser nombrado teniente de alcalde de La Torre de Esteban Hambrán y fusilado en el cementerio del Este de Madrid en 1941- y para luchar por que su pueblo deje de llevar nombres de la dictadura.

Sus recuerdos de Toledo y de su pueblo están ligados a la escuela, a la que pudo ir hasta los 11 años, hasta que el duro trabajo en el campo le obligó a dejar el colegio y ayudar a su padre. También a la lucha de los obreros por conseguir mejorar el jornal de tres pesetas y un poco de vino con el que se tenían que sostener las familias. En La Torre de Esteban Hambrán, cuenta, la lucha política siempre fue muy intensa, primero gobernando «la derecha» -«que dio orden de cerrar la Casa del Pueblo (el lugar en el que se reunían los obreros) y la panificadora obrera»- y a partir de febrero del 36 con el gobierno de «la izquierda». «Aquí todo cambió ya que dos consignas del programa del Frente Popular eran la construcción de escuelas y la reforma agraria, algo que se cumplió en mi pueblo a rajatabla», dice Daniel, quien combatió en transmisiones en el ejército republicano.

Llegó la sublevación de las tropas de Franco y con ella la marcha de los combatientes republicanos a Madrid. Allí Daniel fue detenido y encarcelado tras el consejo de guerra en el que, además de los 12 años de cárcel que le impusieron a él, se condenó a siete hombres de La Torre de Esteban Hambrán a pena de muerte y a dos a 30 años de prisión.

Actualmente lucha para que su pueblo recupere la memoria de su hermano Eudaldo que él no ha podido quitarse nunca de la cabeza y para que «a un hombre que hizo tanto por el bien de su localidad se le honre de alguna forma». Comparte esa lucha con la de borrar de las calles nombres heredados de la dictadura, habiéndose dirigido para ello a Emilio Sales, a la ex vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a los alcaldes de La Torre de Esteban Hambrán…

Cree que el olvido a las tantas y tantas personas que hay enterradas en las cunetas de las carreteras y en las fosas comunes de los cementerios, víctimas de fusilamientos del Franquismo, «es un crimen de lesa humanidad, tal y como lo ha determinado la ONU». «Hay que preguntarse quién es el responsable de que esto no se solucione». Igualmente considera «inadmisible que en un país que ahora se llama democrático se tolere que aquellos que se levantaron contra un régimen legalmente constituido, en unas elecciones libres, luzcan sus nombres o sus símbolos en sitios públicos».

En «No darse por vencido», Susana Arbizu y Henri Belin proponen una reflexión de la España de hoy pero con un enfoque del pasado y de todo aquello que vivieron personas como Daniel Serrano, cuya particular batalla es el hilo conductor para hablar en el largometraje de lo que Belin calificaba de «memorias heridas», las únicas que se plantean como «alternativa a la historia oficial». Junto a Daniel también han dado la palabra a Acacia Condes, mujer exiliada que cruzó la frontera a Francia en brazos de su madre y que aún no ha recuperado los restos de su padre, un combatiente republicano; Eladio Martín, otro refugiado español, herido en la Guerra Civil; Julia de la Vieja Serrano, sobrina de Daniel; Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica; Ludivina García Arias, presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio Español; y Emilio Sales.

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