El Quabit Guadalajara ha derrotado sin paliativos a Recoletas Atlético Valladolid, desde una defensa formidable, y con un ataque voraz.
Un Jota Hombrados inconmensurable bajo palos, Sergio Mellado incansable en la defensa adelantada y Chema Márquez letal en el lanzamiento destrozaron a un Atlético Valladolid errático en ataque y en la circulación de la pelota.
Varias imprecisiones y errores impidieron que el marcador se inaugurase hasta el tercer minuto de juego. Después se desataron las hostilidades y comenzó un interesante intercambio de goles.
El Quabit anotaba con pivote y lanzadores de larga distancia. Al Atlético le costaba hacer situaciones claras de tiro, y dejó la responsabilidad anotadora a su extremo Fernando Hernández. Entre él y Abel Serdio, en el pivote, llevaron el peso del ataque pucelano en los primeros compases.
El Atlético se mostraba atascado en su ataque. Con 9-6 en el marcador, sobrepasado el primer cuarto de partido, Nacho González, técnico del Valladolid, pidió tiempo muerto. Los suyos acababan de desaprovechar una superioridad.
De nuevo se produjo un apagón en el marcador, con ambas escuadras erráticas en el pase y el lanzamiento. Esto beneficiaba al Quabit, que marchaba por delante.
[ze_summary text=»Los morados se fueron al vestuario con la máxima diferencia del primer período, de seis tantos»]Los morados se fueron al vestuario con la máxima diferencia del primer período, de seis tantos[/ze_summary]Finalmente, los morados se fueron al vestuario con la máxima diferencia del primer período, de seis tantos (17-11). Jota Hombrados, con nueve paradas, contribuyó decisivamente a la consecución de este resultado.
En la reanudación, el respetable pudo disfrutar de goles de bella factura. Víctor González se remangó desde su lateral e hizo humano a Hombrados, marcando tres goles seguidos. En el bando morado, Chema Márquez sacó toda su rabia y siguió sumando de cara a su pelea por el pichichi.
La segunda exclusión de Bozalongo, en el cuadro alcarreño, sirvió para que Lorasque sumara dos tantos en el pivote. Pero el Quabit no dejaba de marcar. Mellado a la contra y Márquez desde nueve y diez metros tenían desmoralizado a Javier García.
Lucas Cándido lograba una renta de nueve para los locales (27-18), lo cual empezaba a ser escandaloso. Pero precisamente desde su exclusión, y también debido al cansancio en los pupilos de César Montes, los pucelanos recortaron diferencias.
El partido entró en el último parcial con 30-25 a favor del Quabit, pero con Valladolid volcado hacia la remontada.
Aguantaron los alcarreños la embestida, y sumaron dos puntos importantísimos para su aspiración a mantener la categoría. Los atléticos, que venían de ganar brillantemente a Granollers, no dieron la talla en el David Santamaría.
Buen partido del debutante Filipe Martins en la escuadra morada. Sumó tres goles y bregó sin descanso en la línea de seis metros. Dicho sea como epílogo de esta crónica, que José Javier Hombrados realizó diecisiete paradas. Una leyenda.