El Consorcio de Toledo repondrá a lo largo de este año la parte de la columna que fue robada del convento de San Clemente, de donde en la actualidad faltan dos tambores de piedra, uno se quitó porque no se lo pudieron llevar y el otro que fue robado, por lo que se hará un sólido que recuerde al sustraído.
Según ha explicado en rueda de prensa el presidente del Consorcio de Toledo, Manuel Santolaya, le duele «mucho» pasar por el lugar y ver la portada de San Clemente, de estilo renacentista, sin parte de la columna, si bien ha descartado que, una vez que se restaure el elemento robado se coloque una protección para evitar futuros hurtos, pues ha señalado que, con la colocación de esas protecciones, «la vista es hortera».
No se sabrá la partida hasta los Presupuestos generales
En cualquier caso, ha recordado que aún el Consorcio de Toledo no cuenta con un presupuesto cerrado para este año, pues ha señalado que hasta que no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado no se conocerá la partida que el Gobierno central destina a este organismo, que anualmente suele recibir 1,5 millones de euros el Ejecutivo.
Además, la Junta aporta 600.000 euros anuales, el Ayuntamiento de Toledo, 300.000 euros y la Diputación de Toledo, 400.000 euros.
Por otro lado, ha informado de que las obras de la plaza de Barrio Rey está cumpliendo los plazos, de forma que a la pavimentación de la plaza le quedan unos días y al tramo de calle le falta colocar el alcantarillado.
Santolaya ha especificado, asimismo, que se invirtió el orden de la obra, de forma que se acordó mejorar primero la pavimentación y, después, rehabilitar las fachadas de los edificios, que se prevé que puedan estar acabadas en julio.
Además, Santolaya ha indicado que hay una licitación de obra en la calle Hombre de Palo, frente a la Catedral Primada, así como otras obras en el convento de San Clemente y en dos pequeños edificios en la calle Sillería.
El presidente del Consorcio ha dicho que, al mismo tiempo, se ha iniciado una obra de reparación en la Cámara Bufa de la Cripta del convento de Concepcionistas y se ha comenzado la restauración de la fachada del edificio número 5 de la calle Rojas que estaba totalmente «degradada», al tiempo que también se han rehabilitado los alfarjes «más antiguos» de España, que datan del siglo XI.