Unas coplas, materiales diversos, papeles y restos óseos fueron encontrados en el zaguán de la iglesia del convento de Santa Clara, en la ciudad de Toledo, durante las obras que el Consorcio llevó a cabo de recuperación de espacios libres privados, patio del Naranjo, claustro de los Laureles y espadaña del propio convento.
Materiales diversos, como los ha definido el propio Consorcio, «introducidos en un mechinal del zaguán, sin orden de deposición y mezclados unos con otros». 11 documentos de los que seis son manuscritos, dos impresos y tres grabados. Un conjunto que fue restaurado por Carmen Jiménez y estudiado por Carmen Vaquero, catedrática de Literatura. Bajo la dirección de Jesús Corroto, arquitecto redactor; y junto al arquitecto técnico Antonio de la Azuela y el arqueólogo Carmelo Fernández.
Papel hecho a mano y tinta metaloácida
Las coplas, cuyo original utiliza como soporte papel hecho a mano y con una escritura realizada con tinta metaloácida, comienzan así:
Siempre al amador cobarde
le llega el remedio tarde.
El que siendo enamorado
repara inconvenientes,
y hagan donaire las gentes
de su necia presunción.
El que teniendo afición
hay cosa que le acobarde,
y llegue el remedio tarde (…).
Lo que acaban de leer es una glosa, como recalca Carmen Vaquero en el fascimil que se ha editado, «una forma poética que se dio en España desde mediados del siglo XV hasta fines del XVII. Consta de un tema, al que se le suele llamar texto y también cabeza, letra o retruécano, y de las distintas estrofas en las que se va interpretando el tema».
La copla del convento de Santa Clara, «siempre al amor cobarde…»
Y en esta copla del convento de Santa Clara «el tema o texto son los dos primeros versos: Siempre al amor cobarde / le llega el remedio tarde».
El verso más usual es el octosílabo y la rima consonante «y normalmente un verso o varios del texto se repiten al final de cada una de las estrofas».
El amor todo es ventura,
más no la piense tener
el que pensare querer
si a todo no se aventura.
El que teme desventura,
cuando en fuego de amor arde,
le llega el remedio tarde.
Versos octosílabos y rimas consonantes
Después de los dos primeros versos «hay cuatro estrofas, todas las cuales acaban en le llega el remedio tarde, o esto mismo con alguna leve variación. Es decir, repiten un verso del tema o texto. Los versos son octosílabos y las rimas consonantes».
Muy poca gloria tendrá
el (…) pretendiente
que dejare el bien presente
temiendo lo que vendrá.
Y con este temor hará
que su dama se acobarde
y llegue el remedio tarde.
Nunca en el pecho medroso
hizo la ventura asiento,
y el cobarde pensamiento
deja de ser venturoso.
Y el que siempre anda medroso,
por mucho que el bien le guarde,
le llega el remedio tarde.
«El amor todo es ventura…»
«Y en cuanto a versos tópicos -recalca Vaquero- podemos decir que aquel con que comienza la segunda estrofa, el amor todo es ventura, aparece en comedias de Lope y Tirso. En cuanto a un autor posible, la composición no aparece en los grandes cancioneros del siglo XV, ni en el de Baena, ni en el de Stúñiga, y tampoco parece ser un poema conocido ni de Góngora ni de Lope, salvo que esté incluido en una obra de teatro».
Siempre al amador cobarde
le llega el remedio tarde.