En el año 2016 Castilla-La Mancha registró 35 agresiones físicas a profesionales del Sescam y seis en los dos primeros meses de 2017. Así lo pone de manifiesto CSIF en la conmemoración hoy del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, con motivo del cual ha dado a conocer una campaña de concienciación sobre el respeto en los centros de trabajo que lleva por lema «Las diferencias nos enriquecen».
En un comunicado de prensa, el sindicato sostiene que estas agresiones son actitudes a erradicar que afectan de forma sustancial a la actividad sanitaria, al clima laboral y a la salud de la propia persona y por ende a la propia sanidad.
De esta forma, CSIF, sindicato mayoritario en el ámbito sanitario, reclama la implicación de las administraciones públicas y demás instituciones para acabar con esta problemática. Considera que deben activarse de forma eficaz protocolos de actuación y prevención de violencia en el trabajo; reforzarse el Plan de Seguridad Corporativa y de Protección del Patrimonio («creado en 2005 sin la obtención de los resultados esperados»); y aumentar el número de vigilantes, «que se ha visto reducido durante el periodo de crisis».
Además, el sindicato pide que el Sescam se persone como acusación particular en las agresiones a los profesionales, medida que ha caído en desuso en algunas gerencias.
Para CSIF la entrada en vigor desde el 1 de julio de 2015 de la reforma del Código Penal, que contempla como delito de atentado contra la autoridad las agresiones a sanitarios que trabajan en el sector público, «ha supuesto un avance, aunque no ha servido para erradicar las agresiones». En este sentido, desde el sindicato se ha implementado el programa CSIF Ayuda, «un salto cualitativo en la atención, asesoramiento y apoyo desde distintas perspectivas a personas que se encuentren en situaciones de conflicto, y que puedan ver afectada su salud mental, emocional y/o física», concluye.