Desde la Federación de Servicio de UGT, la Sección Sindical de UGT en Caja rural de Castilla La Mancha y la Sección Sindical de UGT en Eulen (limpieza) aseguran en un comunicado de prensa que «lamentamos el fallecimiento de una trabajadora del sector de limpieza en nuevo accidente laboral como consecuencia del atraco de la Sucursal de Caja rural de Castilla La Mancha en Santa Cruz de Retamar».
Y, añaden que «queremos expresar nuestras más sentida condolencia y solidaridad a la familia de esta trabajadora y acompañarla en su sentimiento en este momento de dolor y pesar».
APENAS MEDIA HORA AL DÍA, CON UN SALARIO MUY BAJO…
CC.OO. quiere transmitir su pésame a los familiares y amigos de Mercedes, cuya muerte injustificable nos sume a todos en el dolor y la consternación, y muy especialmente a todas las compañeras de Eulen y de todo el sector de la Limpieza de la provincia de Toledo.
Mercedes iba a limpiar la sucursal de la Caja Rural de Castilla-La Mancha en Santa Cruz de Retamar desde hace 30 años. Apenas media hora al día, con un salario muy bajo. Y en esa media hora, la han matado.
La crispación social provocada por una crisis gravísima hace que las amenazas y los atracos se están haciendo más frecuentes y somos los trabajadores las que quedamos expuestos a actos de violencia. Cada vez somos más los trabajadores y trabajadoras que estamos entre la espada y la pared en nuestro quehacer diario en oficinas de entidades financieras y somos víctimas de episodios de violencia que no hacen distinción entre plantillas, clientes, y demás personal que trabaja en las entidades financieras.
Desde CC.OO. entendemos que la situación tiene ya nivel de gravedad suficiente como para exigir a las entidades que adopten medidas urgentes: para solucionar los problemas que aquejan a la clientela y para prevenir y proteger a sus plantillas.
En un comunicado aseguran que «nosotros no queremos ser los escudos protectores de las entidades y de sus gestores, no debemos ser quienes amortiguar las iras de la clientela recibiendo en nuestros cuerpos y en nuestra dignidad la agresividad de una sociedad damnificada, porque trabajamos con honradez y porque, en no pocos casos, somos los únicos preocupados por el problema del cliente y el mantenimiento del negocio».
La Federación COMFIA-CC.OO. vienen insistiendo y denunciando que en el sector financiero, tal como se pone hoy otra vez dramáticamente de manifiesto, no se aplica la prevención de riesgos laborales de forma adecuada porque no se garantiza la seguridad y la salud de las personas, sólo se ponen medios para proteger el dinero con sistemas que aumentan el tiempo de exposición al atraco.
Además tampoco se está aplicando la Sentencia del Tribunal Supremo donde ya se reconocía el riesgo de exposición al atraco y que obliga a las entidades financieras a evaluar el riesgo de atraco, a planificar la actividad preventiva, a aplicar medidas tanto de seguridad privada como de prevención de riesgos laborales sin que la aplicación de las primeras pueda suponer la no aplicación de medidas preventivas.
Desde COMFIA-CC.OO. entendemos que la presencia de guardias de seguridad disminuiría considerablemente el riesgo de exposición a actos violentos y a los atracos y que esta medida no se está utilizando adecuadamente.
Y las consecuencias de no llevar a cabo todo esto vuelve hoy a dejar una familia rota, la familia de una trabajadora de la limpieza; y unas plantillas asustadas, amordazadas e indefensas, que se encuentran con que las empresas del sector financiero no se conciencian para proteger y prevenir los riesgos laborales garantizando la seguridad de todas las personas que comparten el mismo espacio de trabajo y coordinar las actividades preventivas para que hechos como el del día de hoy no vuelvan a ocurrir.
La cadena de responsabilidad está clara. Los trabajadores y trabajadoras que del sector no hemos participado en las decisiones que han determinado el negocio financiero y, de paso, una parte importante de la crisis del país. No podemos convertirnos en el blanco fácil ante situaciones de violencia que ponen en riesgo la salud o incluso, como en este desgraciado caso, la vida. Es necesario que de una vez para siempre se evalúen las situaciones de riesgo para evitarlos, y se ponga en el primer lugar la protección de las personas frente a la protección de los bienes.