No todo iba a ser trabajo, ¿no? Pues eso. Que se juntaron algunos de los prebostes del PP de Castilla-La Mancha y entre plato y plato se echaron unas risas y fomentaron un poquito de la amistad «popular». Todo sucedió la noche del viernes 4, en las horas previas al Congreso, cuando todos los gatos ya eran pardos. ¿Quiénes eran los protagonistas? Lean:
Vicente Tirado, secretario general del PP regional y presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha; Leandro Esteban, consejero de Presidencia y Administraciones Públicas y Portavoz del Gobierno de Cospedal; Jesús Labrador, delegado del Gobierno en la región; Carmen Casero, consejera de Economía y Empleo; Cesárea Arnedo, secretaria primera de las Cortes regionales; Jesús Rodríguez Camaño, director general de Coordinación Informativa y Promoción Institucional; Tomás Burgos, senador; y Jaime Ramos, vicepresidente de la Diputación de Toledo y concejal de Talavera. Además de otras tres personas.
No pudo asistir el alcalde talaverano y anfitrión de la cita congresual, Gonzalo Lago, quien tenía otra tarea previamente acordada.
Una cena puramente informal en la que Tirado se puso «serio» y solicitó a sus compañeros que le dieran ideas que añadir a su informe de gestión, que debía presentar al día siguiente (por hoy). Pocas le dieron porque no era el momento para hablar de política pura y dura y sí de recuperar energías para lo que les esperaba los dos días posteriores. «Venga, Vicente, seguro que ya lo tienes más que preparado», le dijeron.
Y así fue.
Por cierto, la cita fue en uno de los restaurantes talaveranos que más le gusta frecuentar al alcalde de la ciudad de la cerámica, «El Coto», en la avenida de Toledo.