Esta convocatoria, que todavía se asienta dentro del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola Español 2014-2018, pretende ser el germen de las futuras reestructuraciones en el caso de que en el siguiente Plan se siga apostando por ella.
Tendrá dos objetivos fundamentales. Por un lado, mejorar el mapa varietal de viñas, es decir, que haya más variedades y que estas funcionen mejor en el mercado. Por otro, se busca modernizar el viñedo y mejorar la calidad de los vinos de CLM.
Así lo explica a encastillalamancha.es la responsable de este sector vitivinícola en Castilla-La Mancha, Cruz Ponce Isla, directora general de Agricultura y Ganadería.
Para 2018, como en años previos, hay previstos 33,4 millones de euros con las bases anteriores y que normalmente sirven para replantar entre 10.000 y 15.000 hectáreas. Pero como en todas las convocatorias hay renuncias y a veces la ayuda aprobada tiene una cuantía inferior a la que se gasta, para la nueva convocatoria se espera tener el presupuesto que ha sobrado en las anteriores y que sirva para reestructurar entre 5.000 y 7.000 hectáreas.
Prioridad de acceso a la reestructuración
Como las solicitudes para replantar el viñedo, presumiblemente, superarán a la oferta se “prioriza el acceso” y se llevará la ayuda “quien cumpla con más requisitos”, explica Ponce.
Y para ello se van a primar una serie de cuestiones, que pasan por apostar por la calidad, lo que en algunos caso podría llevar a reducir la producción. Se antepone el pago de calidad en las bodegas, a las explotaciones de titularidad compartida, apoyar el relevo generacional, al agricultor profesional e incentivar las variedades que se considere que tienen una mejor salida en el mercado. Por ejemplo se desincentivará la variedad predominante, la airén.
Como el principal objetivo es aumentar la calidad de la uva con la que se producen los caldos de Castilla-La Mancha, lo pagos por calidad en las bodegas están incentivados. Además, aumentar la calidad de la uva pasa, en algunos casos, por producir menos. “Los picos de producción hunden los precios”, indica Ponce, y por eso el viticultor tiene que producir menos, pero con más calidad para que tengan un mayor precio.
1.048 millones en 17 años
Desde que se comenzaron a ejecutar los planes de reestructuración a principios de siglo, 174.000 hectáreas se han vuelto a plantar. 1.048 millones que han servido para pasar de un 10 por 100 de viñedo en espaldera, al 37 por 100 actual en las 457.893 hectáreas que hay en CLM.
El mapa varietal también ha cambiado y en la actualidad hay 11 variedades de viña que ocupan más de un 1 por 100 de la superficie total, cuando en el año 2000 solo había seis.
De este modo, la airén ha pasado del 70 por 100 al 46. Tempranillo, bobal, garnacha, macabeo, monastrell, syrah, cabernet o verdejo son variedades que suman más de este 1 por 100.