Antonio Luengo tiene 59 años «y vivo en la carretera, como Miguel Ríos». En realidad, vive en Alcobendas (Madrid) y es alcalde de Villalba del Rey (Cuenca), al que va cada tres por dos y no cada dos por tres. Es director de la Agencia del Agua en Castilla-La Mancha y lo que leen es la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.
Entre sus aficiones está, sobre todo, la lectura, «y quizás el golf, al que no juego nada. ¡A ver si hacemos un campo en Villalba… Ja, ja, ja…!». Entró en el PSOE en 1983, aunque luego estuvo mucho tiempo inactivo. «Pero en mi pueblo tenían mi carné y hacían lo que querían con él. Todo el mundo sabía quién era yo y que les apoyaba en lo que quisiesen. Pero como tenían mi carné ahora me ponían en la lista, luego en no sé qué…».
Hasta que le convencieron en 2011 para ser el candidato a la Alcaldía por el PSOE. «Sí, me convencieron… Me lo pusieron muy negro, yo no lo tengo tan claro a posteriori, y ellos erre que erre que no, que perdemos las elecciones, que te tienes que presentar, que tú ganas… Y me engañaron». Quienes más le engañaron fueron… «Un poco todos. Pedro Romero me engañó mucho, quizás Pedro el que más… Ja, ja, ja… La persona a la que más valoro a nivel político y humano en mi pueblo es a Pedro; y también me engañaron mi teniente de alcalde, José Luis Moraleja; el antiguo alcalde, José Luis del Peral… ¡Todos me engañaron…!». Aunque reconoce que le vino bien, «si querían que les echara una mano… Pues bien».
Ah… Y va a repetir dentro de dos años como candidato «porque hacen lo que quieren conmigo… Ja, ja, ja…».
Pasen y lean…
«En el seminario había mucha forma y poco contenido»
Iba para cura, incluso estuvo en el seminario…
Sí, estuve en el seminario siete años en total. Pero era lo normal en 1968, teniendo una familia sin ningún recurso económico las posibilidades de estudiar… Si el maestro le decía a tus padres que el chico servía pues la única posibilidad de estudiar era irse con los curas. Estuve en Uclés y luego en Cuenca. Hice todo el Bachillerato antiguo, hasta que pensé que había concluido ahí mi etapa y me fui a hacer COU al instituto.
Pero, ¿tuvo vocación? ¿Estuvo a punto de ser cura?
No, yo creo que era una cuestión de… Yo tenía un importante respeto por las personas, lo que pasa es que el tema religioso… En mi casa no era importante, muy marginal, y algunas veces fue hasta decepcionante.
¿Por qué?
Pues porque había mucha forma y poco contenido. El momento más decepcionante fue una vez, cuando te encontrabas a la gente haciendo sacrificios con tonterías de esas como los cilicios y dije que eso no podía ser la religión, pensé que la religión tenía que ser otra cosa más de solidaridad. Ahí se hablaba mucho de amor al prójimo pero la gente se amaba mucho a sí misma.
¿Quiénes se aplicaban el cilicio (faja de cerdas o de cadenillas de hierro con puntas, ceñida al cuerpo junto a la carne, que para mortificación usan algunas personas de forma deliberada)?
Los compañeros de allí hacían esas cosas.
Usted no llegó a aplicárselo…
No, no… Me pareció que hay cosas que entran dentro del morbo ya.
¿Usted es creyente?
No. A día de hoy no, me parece una cosa en la que yo no entro.
Creo que le comen los libros, que tiene una biblioteca particular que es espectacular y que incluso ha leído todo lo que se puede leer e incluso un poco más.
Sí. La verdad es que eso es… A alguien le gusta la heroína y a mí la lectura. Ha sido terriblemente satisfactorio, pero quizás también un poco una obsesión. Y sigue siéndolo, ¿eh?
¿Cuántos libros lee a la semana?
Ahora puedo estar leyendo uno a la semana, pero antes uno diario. Mira, una anécdota, para que me comprendas: en un determinado momento me puse a leer «Antonio Pérez», de Gregorio Marañón (un hombre que me encanta, una personalidad), un tocho impresionante, lo empecé por la tarde y lo terminé por la mañana. ¡Necesitaba leérmelo entero! Estuve toda la noche leyendo. No dormí ni un minuto.
¿Su libro preferido?
Quizás «Bomarzo», de Múgica Láinez. «Cien años de soledad» también. Seguramente todo el mundo piensa que El Quijote, que es maravilloso, pero hay algunos otros que… El Siglo de las Luces me gusta mucho. O Muñoz Molina.
¿Cuántos libros tiene?
Unos 6.000. Los tengo en casa, distribuidos por todos los sitios, en estanterías dobles…
Es catedrático de Historia. ¿Cuál es la parte que más le atrae?
La Edad Moderna. Y en concreto el siglo XVI. Los comuneros, la crisis económica del 17…
¿Recomienda un libro a Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha?
«El Príncipe», de Maquiavelo.
¿A María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa, secretaria general del PP y presidenta del PP de CLM?
«Ética para Amador», de Fernando Savater.
¿A José García Molina, secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha?
Quizás… Con la dinámica que llevan, «¿Qué hacer?», de Lenin.
¿A José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente de Castilla-La Mancha?
Cualquier libro de economía le va a encantar. Alguno de José Carlos Díez, que está haciendo muchas cosas interesantes.
¿A Mariano Rajoy?
«La Democracia», de Tocqueville.
¿Por qué se hizo gasolinero? Quizás porque vio los aperos de pequeño en el campo y pensó: huy, cuanto más lejos de esto, mejor…
Fue una cosa accidental. En un determinado momento… En mi casa mi padre era albañil y siempre explico que estudié muy deprisa porque yo no quería saber nada de la albañilería. Y es verdad, soy muy malo y muy vago para los trabajos manuales, pero en cambio soy capaz de estar una noche entera leyendo. Además, yo tenía una deuda… Mis padres lo pasaron muy mal para que yo pudiera estudiar y tenía una deuda con ellos que seguramente no pagaré nunca. Pero creo que hoy están muy contentos conmigo, salvo en lo de ser alcalde…
¿No están contentos con que sea el alcalde de Villalba del Rey?
Pues porque lo pasaron mal antes, en la Dictadura, y esas situaciones dan un miedo atávico que se reproduce permanentemente… Además, eso de que hablen de mí, de que puedan criticarme, que es lo habitual y que a mí no me produce ninguna…
[ze_summary text=»Mi padre es hijo póstumo, su padrastro estuvo en la cárcel por afecto a la República, mi abuelo materno estuvo en el Ejército republicano…»]Mi padre es hijo póstumo, su padrastro estuvo en la cárcel por afecto a la República, mi abuelo materno estuvo en el Ejército republicano…[/ze_summary]
¿Por qué lo pasaron mal en la Dictadura?
Porque la Dictadura es un régimen que significó… Mi padre es hijo póstumo, su padrastro estuvo en la cárcel por afecto a la República, mi abuelo materno estuvo en el Ejército republicano, cosa normal porque si te tocaba zona republicana te movilizaba la República, pero claro esas cosas… Cuando los militares ocupan mi pueblo, fundamentalmente los requetés, eran muy duros. Ahí se produjo un miedo atávico del que nunca te recuperas. Siempre había problemas en casa…
A ver, que usted es director de la Agencia del Agua en Castilla-La Mancha y algo sabe de ríos… ¿Por qué no se acaba el trasvase Tajo-Segura?
Porque en realidad somos una nación cortoplacista. Si tuviésemos claro que la planificación del agua debe ser extensa a largo plazo sabríamos ya que están agotando una situación que realmente ya no da más de sí. Entonces habría alternativas.
Por el Gobierno de España han pasado Gobiernos del PP y del PSOE, pero ninguno ha acabado con el trasvase.
Claro. Si te has fijado yo no te he dicho que un partido u otro sea cortoplacista. He dicho que somos una nación cortoplacista. Tenemos ese defecto, seguramente yo mismo también.
[ze_summary text=»Un día llegué a mi pueblo de vacaciones y estaban muy preocupados, todo el mundo hablaba en los bares, en la plaza, de que…»]