El sábado 5 la portavoz del PP en Castilla-La Mancha vio recompensados sus esfuerzos con un ascenso en la jerarquía del Comité Ejecutivo Regional. Cospedal bendijo el «estilo Riolobos» ascendiéndola a una de las cinco Vicesecretarías Generales y dando a la Comunicación ese rango, muy cercano al vértice de la pirámide del poder en el PP.
Cuando en las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 Carmen Riolobos dejó de ser la portavoz del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha, un puesto lúcido y a la vista, para ocupar un escaño en el Senado, un lugar sin brillo políticamente, empezó el runrún de que la talaverana había perdido feeling con el alto mando del PP.
«Carmen, te necesito en el Senado», es lo que se suele decir en estos casos para disimular como ascenso o acto de confianza política lo que no es más que la patada hacia arriba.
En el PP castellano-manchego las decisiones relevantes sobre listas o puestos las comunica personalmente la presidenta, María Dolores de Cospedal, aunque en algunas situaciones el secretario general, Vicente Tirado, manda aviso o prepara el terreno. En el caso de Riolobos estoy segura de que fue la presidenta quien comunicó personalmente aquella decisión, que causó una gran sorpresa a la mayoría por aquel entonces.
Pero «Carmen» no se resignó al Senado. Acostumbrada a los vaivenes políticos y a sortear ataques y obstáculos en su carrera política, Riolobos debió darse cuenta de que o reaccionaba o acabaría en el reino del olvido y decidió contraatacar con su mejor arma para superar al resto: dar la cara más veces y llegando más lejos.
En ese escenario, la llegada de Emiliano García-Page a la Secretaría General del PSOE fue su gran talismán. Page, un político bien visto y mejor relacionado a diestra y siniestra era un hueso duro de roer. Nadie se atrevía del todo en el PP a atacar al líder socialista saltando ciertas líneas rojas.
Mientras el resto titubeaban, Riolobos debió ver la oportunidad y se tiró por el camino del medio. Sin freno.
Su definición del moderado Page como «el defensor de la algarada callejera» primero causó asombro pero luego fue copiada por el resto de portavoces populares, un comportamiento alentado desde la dirección del partido.
El PSOE la ha convertido en diana segura de sus ataques, pero como ella misma confesó en su entrevista con encastillalamancha.es, «todo lo que digo y todo lo que hago es lo que el partido me dice que diga y haga»; es decir, que a ella, como afirmaba, nunca nadie en el PP la ha dicho «Carmen, te has `pasao´; jamás». (http://www.encastillalamancha.es/noticia/5437/wwwencastillalamanchaes)
El sábado 5 la portavoz del PP en Castilla-La Mancha veía recompensados sus esfuerzos con un ascenso en la jerarquía del Comité Ejecutivo Regional. Cospedal bendijo el «estilo Riolobos» ascendiéndola a una de las cinco Vicesecretarías Generales y dando a la Comunicación ese rango, muy cercano al vértice de la pirámide del poder en el PP.
Ahora hay una por provincia, tres ocupadas por los respectivos presidentes provinciales; otra, la de Cuenca, por la presidenta regional de Nuevas Generaciones; y el puesto de Toledo es para ella.