Seguramente en el PP calcularon que habría polémica por el hecho de que el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, fuera también el coordinador general de Acción Electoral del PP. Pero es probable que no pensaran que saltaría tan pronto.
Es decir, que como delegado del Gobierno Labrador es responsable de organizar las elecciones municipales y generales en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, ya que ambas convocatorias dependen del Ministerio de Interior. Y como coordinador general de Acción Electoral del PP es el encargado de que las gane su partido.
La mezcla de arte y parte que tiene su figura precisamente en algo tan delicado como la limpieza del proceso electoral, donde no debe caber la más mínima duda, ni siquiera estética, ha hecho que su nombramiento como responsable electoral del partido haya desatado polémica desde el primer minuto.
Horas después de conocerse la elección del nuevo Comité Ejecutivo del PP castellano-manchego, el PSOE pedía la dimisión de Labrador como delegado del Gobierno. Y de no corregirse esta situación seguramente será uno de los latiguillos de la legislatura, especialmente cuando se acerquen ambas convocatorias electorales.
De momento, esta polémica ha pasado al segundo plano en las críticas socialistas, centradas hoy en pedir la dimisión del presidente de las Cortes y secretario general del PP, Vicente Tirado. Pero el ataque no se hará esperar mucho más.
Precisamente Labrador es una de las personas de máxima confianza de Tirado y ha sido responsable del operativo de las últimas y exitosas campañas electorales «populares» en Castilla-La Mancha.