Ecologistas en Acción Castilla-La Mancha ha denunciado la permisividad de la Ley de Caza y de las normas que la desarrollan, entre ellas la orden de vedas, lo que hace que «no haya mes en el año en el que no se produzcan disparos en el campo». Según la organización, estas dos cuestiones serían el motivo por el que la región lidera el número de accidentes de caza ocurridos en España.
Durante el año 2016 se registraron en el país 58 accidentes, de los cuales 17 fueron en la comunidad. En los últimos años han sido 307 en España y de ellos 83 ocurrieron en Castilla-La Mancha.
Ecologistas considera en un comunicado de prensa que el que la región acumule tantos casos no es proporcional ni con su superficie ni con el número de licencias. A juicio de la Plataforma contra la Ley de Caza de Castilla-LaMancha, el motivo por el que hay más accidentes de caza en esta región se debe al modelo que se practica, un modelo que fomenta la caza intensivamente y las modalidades de riesgo.
«Modalidades como la caza intensiva en los cuarteles de caza comerciales, el control del conejo, la caza del zorro y de la urraca y el rececho del corzo se pueden practicar ahora en primavera y verano sin respetar épocas de cría ni espacios naturales protegidos. Además, se ofrecen cotos de caza ‘todo el año’, que se encubren como zonas de adiestramiento de perros o de aves de cetrería».
Añade que la última aportación, si la Consejería no retira su «injustificable» propuesta de la orden de vedas, es la de abrir una temporada de caza de jabalí mediante guardos nocturnos que se permitiría entre el 1 de abril y el 31 de agosto en Albacete, Ciudad Real y Toledo, y entre el 1 de mayo y el 31 de agosto en Cuenca y Guadalajara.
Por todo ello, Ecologistas estima que el problema de los accidentes de caza en el territorio regional no se debe tanto a su tradición cinegética, sino a que se permite cazar más que en ninguna parte y a que se promueven modalidades peligrosas como el aguardo nocturno de jabalí.
La Plataforma contra la Ley de Caza de Castilla-La Mancha recuerda que estos accidentes no afectan solo a los cazadores, «sino que lo hacen cada vez con mayor riesgo y gravedad a quienes hacen uso del medio natural para otras actividades recreativas, deportivas o productivas».
En este sentido, exige a la Junta una revisión en profundidad de la normativa cinegética para que se eliminen los periodos extraordinarios que se han ido incrementando en los últimos años y las modalidades como el aguardo nocturno «ya que son extremadamente peligrosas y no sirven para los fines que se argumentan».