Un colectivo que prefiere mantenerse en el anonimato ha denunciado el abandono de galgos en Fuensalida (Toledo), un fenómeno que dicen que es habitual acabada la temporada de caza. El grupo, que tiene la cuenta en twitter @fuensalada, se centran en dos casos especialmente graves por su crudeza, hasta el punto de que el segundo acabó con la muerte del animal.

En ambos hechos actuó la Policía Local. El colectivo asegura que los dos casos de maltrato animal tuvieron un gran impacto en las redes a nivel local.

El grupo asegura que «el abandono de galgos es un fenómeno muy habitual en nuesto pueblo, y es tristemente habitual encontrarse con galgos o podencos deambulando por las calles en los meses posteriores a la finalización de la temporada de caza (febrero, marzo y abril principalmente), en un gran número y sin prácticamente respuesta por parte del gobierno municipal».

«Le metieron en una tinaja para que muriese de inanición»

El colectivo pasa a narrar los dos casos citados de ensañamiento «especialmente tristes»: El primer caso ocurrió 30 de marzo: Se trató de «un podenco abandonado en medio del campo y metido en una tinaja para evitar que pudiera escapar y así muriese de inanición. Fue rescatado por la Policía Local; se hicieron cargo unos voluntarios, según nuestras informaciones».

[ze_summary text=»Un cachorro fue hallado en un contenedor, golpeado en el cuello para dejarlo tetrapléjico»]Un cachorro fue hallado en un contenedor, golpeado en el cuello para dejarlo tetrapléjico[/ze_summary] 

El segundo caso fue un cachorro de galgo de apenas dos meses: «Desechado la madrugada del 5 de abril en un contenedor de basura y metido en un saco de pienso aún con vida, no sin antes haberle golpeado contundentemente en el cuello, con intención probablemente de que quedara tetrapléjico y evitar así su huida. Fue encontrado también por la Policía Local, que avisó a unos voluntarios para que se hicieran cargo de él. Estos lo llevaron al veterinario de madrugada, pero a la mañana siguiente  se supo que no había podido superar sus heridas y había muerto».