Paco de la Rosa ha sido elegido nuevo secretario general de CCOO de Castilla-La Mancha con el 85,86 por 100 de los votos emitidos por los delegados que han asistido al noveno congreso regional del sindicato, que se ha celebrado por espacio de dos días en Toledo.
De la Rosa ha sido elegido secretario general con 152 votos a favor de los 180 delegados que han asistido al congreso, mientras que se han contabilizado 20 votos en blanco, cinco nulos y tres de los compromisarios no han votado.
También ha sido elegida con el mismo número de votos la nueva Comisión Ejecutiva Regional de CCOO, compuesta por seis mujeres y tres hombres y que, junto a De la Rosa, la integran María Ángeles Castellanos, Javier Ortega, Raquel Payo, Antonio Navarro, Lola Santillana, Carolina Vidal, Encarna Sánchez y Rosario Martínez.
Con su elección, De la Rosa se ha convertido en el cuarto secretario general de CCOO de Castilla-La Mancha desde la creación del sindicato, tras Chema Díaz Ropero, Juan Antonio Mata y José Luis Gil, que lo ha precedido en el cargo durante tres mandatos consecutivos, desde 2004.
Tras resultar elegido, el nuevo secretario general ha agradecido el apoyo mayoritario que le han dado los delegados asistentes al congreso y también ha valorado los votos de los que no lo han apoyado, ya que cree que es «más saludable» que CCOO siga siendo «una organización plural y crítica».
Asimismo, ha destacado que CCOO es un sindicato feminista, que lucha por la igualdad y por potenciar el fundamental papel de la mujer en el trabajo, en la sociedad y en la acción sindical, y por ello la nueva Ejecutiva regional es mayoritariamente femenina.
Cinco de las siete secretarías generales de las federaciones regionales las ocupan mujeres, así como dos de las cinco secretarías de la uniones provinciales, además de todas las secretarías de Organización de las uniones provinciales, ha subrayado De la Rosa.
El secretario regional de CCOO ha calificado a sus compañeros y compañeras como «un excepcional grupo humano» que va a ser capaz de llevarlo «en volandas» en «esta difícil tarea que me habéis encomendado».
Al respecto ha dicho que quiere «un protagonismo coral» en el sindicato, ya que «sería de necios que este nuevo periodo no se inicie con las puertas abiertas a todos los afiliados».
También ha tenido palabras de reconocimiento para su antecesor, José Luis Gil, al que ha definido como «una persona terriblemente inteligente» sin cuya aportación no se entenderían más de 25 años del sindicato en Castilla-La Mancha, ya que ha sido capaz de construir consensos y dejar una organización «absolutamente cohesionada».
Según De la Rosa, Gil «ha dejado el listón muy alto» y se ha fijado como obligación intentar superarlo, porque si se consigue «será un síntoma que hemos sido capaces de poner al trabajador en el centro».
[ze_summary text=»Paco de la Rosa ha reivindicado que los trabajadores se sitúen en el centro del debate político «]Paco de la Rosa ha reivindicado que los trabajadores se sitúen en el centro del debate político [/ze_summary]En cuanto a sus líneas de trabajo, ha reivindicado que los trabajadores se sitúen en el centro del debate político y se ha comprometido «a perseguir tozudamente el trabajo decente y digno», ya que según ha dicho «venimos de un desierto terrible, de la peor época de la historia de la democracia» desde la que se ha llevado deliberadamente a los trabajadores «a una situación dramática».Ha defendido que es necesario hacer de la negociación colectiva «nuestra patria», desde la que «tenemos que conquistar los derechos de los trabajadores y de la ciudadanía».
Asimismo, ha afirmado que es preciso abordar «una asignatura pendiente» como es conseguir «que la democracia no solo esté en la calle sino también en las empresas» a las que, en su opinión, «aún no ha llegado la democracia».
En este sentido, ha abogado por la necesidad de llegar más empresas porque «cuando hay más representación sindical hay más derechos» y, por el contrario, en las que no hay representación sindical «hay más explotación laboral».
De la Rosa ha apelado también «al orgullo de pertenecer a la clase obrera» y por la necesidad de velar por los derechos de los trabajadores y por «seguir librando una lucha de clases permanente», porque CCOO sigue siendo un sindicato de clase y sociopolítico por lo que debe haber política.