La artista asturiana afincada en Toledo Rosa Fernanda expone en la galería International Art Dalila de Toledo (calle Duque de Lerma, número 7) una colección de obras con un lenguaje pictórico espontáneo, capaz de producir un impacto profundo, buscando en todo momento su propia autenticidad. Podría decirse que está «en busca del origen del mismo arte», explorando insistentemente su propio subconsciente hasta liberarlo, dando rienda suelta a una total y absoluta espontaneidad creadora.
En la pintura, los orígenes de la distorsión de la forma, datan de antiguo, y la obra de Rosa Fernanda recuerda en cierto modo aquellos artistas demiurgos que parecían encarnar en su obra las fuerzas desatadas de la naturaleza. La obra de esta pintora representa el rechazo de la cultura racionalista y el deseo de beber de las fuentes primigenias de la creatividad humana.
El óleo chorrea y se hace materia movediza y vital, trabajando con una paleta de colores audaz, apasionada y si cabe, aún más intensa, para reflejar en el lienzo el expresionismo abstracto de sus paisajes.
Es una necesidad vital, que participa de la suma de energías contradictorias, que llegan a ser complementarias y recorren el cuerpo y la razón de Rosa Fernanda, en el momento exacto en que ella derrama sobre la tela, la síntesis evidentemente dominada de su fuerza expresiva.