No es que hayan sido nunca un remanso de paz. Tampoco esta legislatura. Pero el rechazo de los Presupuestos de la Junta para 2017 ha desencadenado un todos contra todos en las Cortes de Castilla-La Mancha que no hace presagiar nada bueno. Así las cosas y salvo que los debates se han convertido en poco más que ruido, lo más interesante es observar gestos. No es nuevo que las sesiones parlamentarias sean mucho ruido y pocas nueces, pero la deriva tomada desde el no de Podemos a los Presupuestos ha acabado con las pocas nueces que de vez en cuando se encontraban entre el todos contra todos en las Cortes de CLM.
Como digo, dado que las palabras aportan poco en los Plenos, observar los gestos de unos y otros se ha convertido en lo más interesante y lo más útil para saber en realidad qué está pasando y cómo pueden evolucionar los acontecimientos en cada lado.
La tensión Molina-Llorente, lo más comentado
Desde luego el gesto más comentado en la última sesión, la celebrada el jueves 28 de abril, fue curiosamente la ausencia de todo rastro de mueca o expresión entre los dos diputados de Podemos, su secretario general en Castilla-La Mancha, José García Molina y el aspirante a serlo, David Llorente. La tensión Molina-Llorente resultó muy evidente para todos.
El vicepresidente primero de la Cámara y el portavoz parlamentario de Podemos ni se miraron ni se hablaron ni nada de nada. Así pasaron las varias horas transcurridas sentados juntos en los puntos del orden del día en los que ocuparon sus escaños. Sin expresión ni conversación entre ambos. Eran la comidilla de diputados y periodistas. «Ni se han saludado», «mira, ni se miran», «no se hablan…» y expresiones similares iban recalando de oído en oído, de conversación en conversación ante una imagen inédita, la falta de comunicación entre los dos representantes de Podemos. En definitiva, la evidente tensión Molina-Llorente.
Siempre ha estado claro que representaban corrientes diferentes dentro de su partido y que la sintonía personal entre ellos no daba para mucho, pero se iban entendiendo. Les unía lo más importante: los dos detestan al PP y al PSOE.
Era evidente que Molina, alineado con las tesis de Pablo Iglesias, mandaba en el partido y en el parlamento y decidía la estrategia. Llorente, el líder de Anticapitalistas en Castilla-La Mancha, acataba disciplinadamente las órdenes.
Hasta que unos días después del rechazo a los Presupuestos y en medio del gran aluvión de críticas a la decisión de Podemos que llegaban desde numerosas e influyentes organizaciones, David Llorente estalló y dejó clara su postura. Él se enteró una hora antes de votar no. Y no comparte el método elegido para la ocasión, aunque tampoco el texto presupuestario.
La tensión Molina-Llorente ha pasado de latente a evidente. Sus dos corrientes «Tú haces Podemos» y «Podemos avanzar juntos» se verán las caras en unos días. El 14 de mayo se abre la asamblea y el 21 se conocerá quién la ha ganado. A estas corrientes se suman la de «Imagina Podemos» de Fernando Barredo. El mismo día que se conocerá si las primarias del PSOE las gana Susana Díaz o Pedro Sánchez.
[ze_summary text=»Quizás cuando pasen los congresos internos algunas cosas cambien, O quizás no. Dependerá de quién gane las citas internas»]Quizás cuando pasen los congresos internos algunas cosas cambien, O quizás no. Dependerá de quién gane las citas internas[/ze_summary]
Precisamente las citas internas de PSOE y Podemos tienen mucho que ver en la ruptura de relaciones que decidió Molina, aunque seguramente no todo. Las bases de Podemos piden más caña y más resultados y los dirigentes están dispuestos a acudir a la asamblea regional con el cuchillo en la boca y exhibiendo el colmillo ensangrentado tras la dentellada que ha supuesto el rechazo de unos Presupuestos pactados meses atrás.
Quizás cuando pasen los congresos internos algunas cosas cambien. O quizás no. Yo creo que sí, pero la dirección en la que vayan los acontecimientos dependerá de quiénes ganen dentro de sus organizaciones.
También veremos si la tensión Molina-Llorente se reconduce o sigue siendo lo más comentado del Pleno mientras se oye ruido de fondo y no se sabe muy bien de qué están hablando o si es que siempre dicen lo mismo.