El municipio de Escalonilla (Toledo) fue el escenario de un proyecto de investigación sísmica, por el que acogió una detonación de 1.000 kilos de explosivos con el fin de estudiar las ondas producidas por la misma.
Así, bajo la dirección del doctor en Ciencias de la Tierra Ramón Carbonell, profesor de Investigación del Instituto «Jaume Almera» del Centro Superior de Investigaciones Científicas, se llevó a cabo este experimento por el que Escalonilla fue una de las cinco fuentes emisoras de energía. Por medio de este experimento, 1.000 estaciones sísmicas recogieron las ondas producidas por la explosión, que requería una longitud mínima de 500 kilómetros de extensión.
El proyecto pretende obtener conocimiento sobre la estructura y naturaleza de la litosfera de la zona centro-ibérica; por esta razón se han colocado fuentes emisoras en las provincias de Córdoba, Ciudad Real, Madrid y Toledo, provincia que ha tenido a Escalonilla como la localidad elegida para albergar el experimento.
La alcaldesa Sonia María Gómez (PP) estuvo presente durante la detonación; Gómez fue informada por el propio Ramón Carbonell del éxito de la misma. La primera edil declaró: «Nos complace haber colaborado para que este experimento se llevara a cabo y así contribuir con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el estudio del comportamiento del terreno a la hora de posibles situaciones adversas». También asistieron al experimento estudiantes de varias nacionalidades, así como profesores y expertos en la materia.