«Nos tocó crear de la nada un servicio de salud autonómico». Así recuerda Roberto Sabrido los primeros pasos que dio como primer director gerente del primer Servicio de Salud de Castilla-La Mancha cuando, por primera vez, las competencias de Sanidad salieron del Estado hacia las comuniades autónomas. Un atraso histórico y una población creciente y cada vez más exigente fueron los mimbres sobre los que se construyó el Sescam, que en 2010 llegó a tener un índice de satisfacción del 79 por 100 de sus usuarios. Aunque él dejo sus responsabilidades en la Junta en 2008, Roberto Sabrido rechaza que se hayan cometido en Sanidad los excesos que denunció el actual consejero, Ignacio Echániz, convencido de que el PP busca excusas para privatizar, porque ésa es su política, independientemente de la situación autonómica. Además, Sabrido pronostica un verano sanitario «caliente». Considera que se está planificando mal, como si fuéramos una comunidad que se vacía en verano, fecha en la que los pueblos se llenan de gente con el regreso de la inmigración propia. Lo cuenta en las siguientes líneas y en la entrevista que publicamos íntegra en portada de encastillalamancha.es.
Con los interinos en peligro de extinción y los recortes, ¿qué verano se nos presenta en la sanidad pública?
Yo creo que va a ser incluso más caliente por las tensiones que por las temperaturas, porque se está dando el enfoque de que somos una comunidad autónoma que en verano se vacía y eso no es verdad. Aunque no tengamos mar, toda la emigración vuelve en esas fechas a las zonas rurales. Puede haber menos demanda en las zonas urbanas, sobre todo alguno meses, pero en las rurales hay más. Y eso no justifica que no se sustituya a los profesionales sanitarios, si no se hace el verano va a ser muy complicado y muy conflictivo.
¿Especialmente en los pueblos?
Especialmente en los pueblos.
«DESPUÉS DE UN AÑO SIGUEN DICIENDO QUE TODO ES CULPA DEL GOBIERNO ANTERIOR, YA NO ES CREÍBLE NI PARA ELLOS MISMOS»
“El 26 de junio llegué a mi despacho, la primera llamada que recibí como consejero de Sanidad fue del colegio de Farmacia, porque no habían cobrado el último mes, me encontré casi 168.000 facturas sin pagar y el 80 por 100 del presupuesto ejecutado a 30 de junio”. La frase es de Ignacio Echániz y se refiere a su primer día de trabajo al frente de la sanidad castellano-manchega.
Si tenemos en cuenta que ha pasado un año y siguen diciendo lo mismo, que todo es culpa del Gobierno anterior, ya no es creble ni para ellos mismos.
No me negará que aquel 26 de junio de 2011 debía ser como para salir corriendo.
En esos momentos habría unas tensiones, como las que hemos soportado en todos sitios. Es obvio que estamos en una crisis, pero hay varias maneras de afrontarla. Una es aplicando recortes y o pagando y otra sentándote a negociar, si es necesario dilatar, pero siempre con el compromiso de pago. La situación no era tan catastrófica como se hizo ver para justificar un crash, quieren justificar lo que hacen echando la culpa a lo anterior.
¿Me dice que no se encontraron una situación económica preocupante?
Yo creo que la situación económica era preocupante, muy preocupante, pero con negociación, no había que haber dejado sin pagar a tantos colectivos durante tanto tiempo.
Despachos de lujo, edificios a capricho, teles de 9.000 euros, sofás de 48.000… ¿Reconoce en esa descripción la Consejería de Sanidad que usted ocupó durante años?
En absoluto. Eso son anécdotas que quiere sacar a la Junta para distraer la atención. Se dijo que había un mando de televisión de 4.000 euros… El que lo encuentre, que me lo presente; yo, desde luego, no he visto ninguno. Creo que se exageró y se hizo mucha demagogia.
“NOS TOCÓ CREAR DE LA NADA UN SERVICIO AUTONÓMICO DE SALUD”
¿Cómo es el Sescam que le tocó crear y cómo es ahora el Servicio de Salud castellano-manchego?
Nos tocó crear de la nada un servicio autonómico para poderlo gobernar desde la cercanía y el conocimiento, nos tocaron buenos años de crecimiento económico, no hay que negarlo, y yo creo que los aprovechamos bien, hicimos muchas infraestructuras, aumentamos las plantillas, la tecnología y sacamos a Catilla-La Mancha del atraso histórico. Se dejó de hacer turismo sanitario, que era que teníamos que ir al médico a Madrid o a Valencia para cualquier cosa. Se consiguió asentar un servicio de salud que era el que nos merecíamos, como cualquier comunidad, ni más ni menos. Viene una crisis y un cambio de gobierno y ahora el Gobierno hace énfasis solo en ahorrar y en cierto tipo de gastos, lo que origina que el servicio público de salud se vaya destruyendo, desmantelando. Se está usando la crisis como justificación para ir a un cambio de modelo que tiene que ver con la ideología. El concepto de derecho a la asistencia sanitaria ya no existe, ahora existe el de asegurado y se introducen muchos copagos. Vamos hacia un modelo de sanidad basado en la gestión privada, que no es el modelo que nos quisimos dar en la ley general de sanidad ni el que hicimos en Castilla-La Mancha.
«SI LA SITUACIÓN ECONÓMICA FUERA OTRA, EL PP TAMBIÉN PRIVATIZARÍA LA SANIDAD»
¿Cree que el PP privatizaría igual si no fuera de crisis la situación económica?
Si la situación económica fuera otra el PP haría lo mismo, porque lo ha hecho en sitios donde los informes económicos no son tan preocupantes como los de Castilla-La Mancha, como Madrid, que ya en época de bonanza empezó con modelos de gestión privada.
¿Cómo ha evolucionado y cómo cree que evolucionará la sanidad pública?
Cogimos una sanidad que en el primer barómetro que hicimos allá por el año 2002 la satisfacción de los pacientes no llegaba ni al 50 por 100. El último que conozco, que es el de 2010 estaba en el 79 por 100. Ahora no sé como está, pero hay un dato muy significativo en el último barómetro del CIS a nivel nacional, que se publicó hace unos días, muestra que hace un año la Sanidad ocupaba el puesto número 12 en las preocupaciones de los españoles y en el que se publicó hace 15 días ocupa el puesto número 5. No solamente en Castilla-La Mancha la gente se ha dado cuenta de que hay un deterioro claro de la sanidad como servicio público.