El Hospital Universitario de Guadalajara se prepara para cerrar prácticamente la mitad de las camas durante este verano. La portavoz del PSOE en la Diputación y ex gerente de este centro sanitario, María Antonia Pérez León, ha asegurado que no se están haciendo contratos de sustitución para cubrir vacaciones, y el personal de Enfermería que atiende el Área de Hospitalización ha recibido instrucciones para organizar sus periodos de descanso de manera que puedan atender uno de los dos controles de cada planta.
El resultado sería el cierre de más de 150 camas, que suponen en torno al 50 por 100 de las que hay en el Área de Hospitalización. «Prácticamente, un bloque completo, de la tercera planta a la novena. Si no hay sustituciones, no se podrán mantener abiertas las camas», ha advertido Pérez León. En estos momentos, ha asegurado, ya están cerradas desde hace tiempo cerca de 40 camas debido a la falta de personal, incluidas casi un tercio de las que hay en la UVI.
La repercusión afectará tanto a los profesionales, que deberán hacerse cargo de pacientes con patologías diferentes a las que atiende habitualmente, como a los propios usuarios, con aumento de las esperas en urgencias. Además, contribuirá a incrementar las listas de espera, que están creciendo de manera preocupante desde que Cospedal gobierna en Castilla-La Mancha por la continua reducción de los recursos destinados a sanidad.
«Con este tipo de decisiones, se pone en evidencia un modelo de gestión que utiliza la sanidad para hacer caja con criterios puramente economicistas. Es un modelo carente de ética que se están imponiendo ante la indefensión de los ciudadanos», ha afirmado la responsable socialista.
El secretario general del PSOE de Guadalajara, Pablo Bellido, ha incidido en que «el PP perjudica seriamente la salud», como se está demostrando, a pesar de que tanto Cospedal como Rajoy aseguraron que no habría recortes en este servicio.
Sin embargo, sus decisiones han motivado que la sanidad deje de ser universal –»se va a retirar la tarjeta sanitaria a miles de personas», ha afirmado Bellido– y pierda su carácter gratuito con la introducción del copago. «Hemos pasado de tener una sanidad de calidad, a un modelo más bien de caridad», ha indicado Bellido tras recordar que en Castilla-La Mancha se aplicará este año un tijeretazo de más de 500 millones de euros.
En Guadalajara, los efectos de las políticas de Cospedal se dejaron notar desde el primer momento con la paralización de infraestructuras como el nuevo Hospital o los centros de salud proyectados en localidades como Azuqueca de Henares y Yunquera. Además, se ha eliminado una de las tres UVI móviles y se ha reducido de manera significativa el personal, avanzando hacia el desmantelamiento del servicio público y la privatización de la asistencia.
El responsable del PSOE de Guadalajara ha reiterado la oferta de diálogo lanzada por el secretario regional de este partido, Emiliano García-Page, al Gobierno de Cospedal para alcanzar en Castilla-La Mancha un pacto sobre sanidad que evite el constante deterioro de un servicio esencial para los ciudadanos.