El periodista y escritor Raúl del Pozo ha afirmado después de recoger la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha que, en realidad, «estaba acojonado, a punto de pedir una silla como los flamencos… Es broma, pero sí es uno de los premios que más me ha emocionado».
Conquense de nacimiento, no ha dudado en afirmar que el de Cuenca «es uno de los paisajes más bellos del universo» y se ha mostrado muy agradecido por el premio «al presidente Emiliano García-Page, del que apoyo absolutamente su discurso, el de la solidaridad y la defensa de la Constitución».
[ze_summary text=»Apoyo absolutamente el discurso de Page, el de la solidaridad y la defensa de la Constitución»]Apoyo absolutamente el discurso de Page, el de la solidaridad y la defensa de la Constitución[/ze_summary]
Sobre las autonomías, lo tiene claro, «supusieron un salto adelante» para la sociedad, «conocí la postguerra y era muy difícil, hemos pasado de la España de los carreteros y la gente muy pobre a lo que vemos en la actualidad».
Y ha hablado muy claro sobre lo que piensa de los nacionalismos, «nos ha premiado una región que mira mucho más allá de su ombligo, no como otras, que están apestadas por el nacionalismo; estoy en contra de la aventura del separatismo catalán porque es una aventura de unos políticos que nos pueden llevar a la ruina».
Raúl del Pozo dice que CLM «está en primera línea de la defensa de la Constitución»
Ha recordado al Quijote, como no podía ser de otra manera, «quien dijo que de hombre a hombre no va nada, porque nuestra historia es una continua lucha por la libertad y la igualdad».
Por eso ha loado a Castilla-La Mancha, «una comunidad que ha prosperado de una forma definitiva y ha conquistado el estado del bienestar. Hoy esta región está en la primera línea de la defensa de la Constitución, de la unidad e igualdad de todos los españoles, por lo que no se puede comparar esta meseta con la de antes, en la que había pastores y gañanes que sobrevivían con un cacho de pan».
Por eso «saludo a los vivos y a los muertos, a los pastores de la Mesta, a los guerreros que acuñaron buenos proverbios como partir el bacalao… De aquí surgieron el vino y la palabra, los pícaros, las novelas de caballería».
Y para finalizar, «me han dado la medalla de oro como si hubiera ganado los 100 metros libres. Estoy muy orgulloso de recibirla y doy las gracias a la tierra donde nací. Salud y libertad, viva Castilla, viva Castilla-La Mancha y viva Cuenca».