La Comisión de Economía y Presupuestos ha debatido sobre la elaboración de los dictámenes de las cuentas generales de Castilla-La Mancha correspondientes a los ejercicios de 2008 y 2009.
La Comisión de Economía y Presupuestos ha tratado la elaboración de los dictámenes correspondientes a las cuentas generales de la región de los años 2008 y 2009, paso previo para debatirlo en el Pleno de las Cortes.
La diputada socialista Delfina Carrasco recordaba en la comisión que el síndico de Cuentas, tras comparecer en el mes de noviembre en las Cortes regionales, presentó un informe donde se apuntaba que no se habían registrado «abusos o presuntas irregularidades» en la Cuenta General correspondiente a 2008.
Carrasco recordaba que, «desde el punto de vista formal, no se han apreciado irregularidades» y, en materia de recaudación, se había alcanzado el 99 por 100 de la misma. Al tiempo que se alcanzó «un altísimo grado de ejecución presupuestaria».
En cuanto a la Cuenta General de 2009, la diputada socialista recordaba que la cifra de endeudamiento de este año cumplía precisamente con lo establecido.
APROBAR POR PRUDENCIA, PERO SIN RESPALDAR LA GESTIÓN
El diputado del Grupo Parlamentario Popular, José Manuel Tortosa, presentaba una propuesta de dictamen «en la que vamos a aprobar la proposición de la Cuenta General de 2008 y de 2009 simplemente por responsabilidad».
«La prudencia y la responsabilidad aconsejan aprobar la Cuenta General de 2008, pero no se aprueba la gestión que se desprende del Gobierno socialista en la propia cuenta», matizaba Tortosa.
El diputado «popular» aseguraba que en 2008 ya se veía que «estábamos condenados con esa política económica», al tiempo que se ponía «en serio riesgo al normal funcionamiento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha».
Tortosa matizaba que «en aquellos ejercicios se pudieron tomar las medidas necesarias, pero no se hizo. Y hoy nos encontramos en la ruina».
En 2009, «la situación económica de la región empeora respecto al ejercicio anterior». En este ejercicio se registra una «infradotación de los gastos y una sobrevaloración de los ingresos, con lo que ya habíamos entrado en la espiral que nos ha llevado a la situación actual».