César del Río
¿Quién de los dos no nos ha contado la verdad? Pero la verdad verdadera, no esa verdad a medias que al final no sabe uno ni a qué atenerse. Porque en este caso las cuentas son muy claras. Cuando hablamos de sueldo, dos más dos son cuatro, aunque en esto de la política acostumbrados nuestros prebostes, estén en el Gobierno o en la oposición, a hacer malabares con la palabra y con los hechos…
Que luego se sacan el conejo de la chistera y al final terminamos creyendo a unos y a otros. O, mejor, no creyendo a ninguno. Pero porque se lo merecen.
El viernes 1 por la mañana, para comenzar bien el mes de junio, el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, ofrecía una rueda de prensa en la que denunciaba públicamente que en el proyecto de Presupuestos Generales de la región había un gato encerrado y que ellos estaban dispuestos a cazarlo.
Minutos después, el PP también regional, a través de su portavoz, Carmen Riolobos, no solo lo desmentía sino que además afirmaba que el gato ya estaba domesticado después de que se lo encontraran en estado semisalvaje cuando llegaron y abrieron la jaula, que era de oro por fuera pero de latón por dentro. Ya saben, por aquello de la herencia recibida.
¿Quieren saber por qué uno de los dos no nos ha contado la verdad? Pues porque mientras Vaquero afirmaba con rotundidad que en esos Presupuestos, en el tomo primero, había contemplada una subida de sueldo en este mismo ejercicio de 2012 para los viceconsejeros (5.000 euretes brutos más al año) y para los directores generales (5.820 más para la saca); Riolobos no solo negaba la mayor sino que además iba un poco más allá: tanto esos viceconsejeros como esos directores generales verán cómo su salario mermará en un 3 por 100, igual que les ha sucedido a los funcionarios.
Llegados a este punto, bien podemos afirmar que no es que uno de los dos no diga la verdad, es que uno de ellos ha mentido. Pero no se preocupen, porque mucho me temo que nunca sabremos cómo ha sido.
Y aunque en esta ocasión es, en teoría, demasiado fácil saber si el gato estaba dentro o no (de lo que haremos lo posible y lo imposible por enterarnos), porque basta con mirar ese borrador de presupuestos al que el PSOE le va a meter una enmienda a la totalidad, estoy convencido, y si no al tiempo, que al final o los dos tenían parte de razón o los dos no nos han contado toda la verdad.
Y nada más que la verdad.
Así es la política, que una verdad nunca es tal y que una mentira se puede disfrazar de muchas maneras. Pero no estaría nada mal que alguien aclarara el entuerto creado. Porque lo que no puede ser es que los dos tengan razón.
Vaquero o Riolobos. ¿A quién cree usted?