No es lo mismo vivir el Corpus desde dentro que desde fuera. Lo entienden, ¿verdad? Pues eso le ocurrió a nuestro protagonista, el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas y Portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, quien se «retrató» en Radio Santa María precisamente en la semana grande de la ciudad de Toledo.
¿Por qué? Porque sus recuerdos proceden de cuando tenía cuatro o cinco años y es de entonces cuando le viene un flash a la cabeza. Así se lo contó el lunes 4 a las periodistas Teresa Martín Tadeo, Ana Isabel Jiménez y María Carrobles, quienes se pusieron mano a mano con él y fue cuando llegaron los recuerdos…
Ese flash al que hizo referencia Esteban fue hace ya unos 40 años, «iba andando por la Catedral de la mano de mis padres y con mi hermana. Es mi primera imagen del Corpus, cuando todavía vivíamos en Maqueda».
La ofrenda floral cuando estudiaba en Maristas y, cómo no, su primera víspera de Corpus, esa noche en la que… «Algo ya más talludito los recuerdo porque en ocasiones se juntaban las noches con los días. ¡Estaba todo Toledo en la calle! Y la gente lo vivía con alegría y explosividad».
«FUE RARÍSIMO CUANDO VIVÍ EL CORPUS, POR PRIMERA VEZ, DE CONCEJAL»
De civil a político. También fue un paso que se le viene a la mente. «Se me hizo rarísimo cuando fui concejal y tuve que vivir así el Corpus por primera vez. Porque antes lo había vivido con mi familia y mis amigos, de una forma más libre, sin las ataduras de una agenda ni de una vida institucional»
Y cómo no, en esa primer procesión como concejal del Ayuntamiento de Toledo utilizó «el mismo chaqué con el que me casé. Porque yo lo compré (no lo alquiló) por puro romanticismo. Además, me lo he podido poner un montón de veces más y lo he podido amortizar»
Por eso, entre vivirla desde el interior o hacerlo en el exterior, «me quedo con la procesión vivida como toledano, en el rincón que me gusta, con mi esposa y mis hijos. Me gusta vivirlo como un ciudadano anónimo». La noche antes, «me apetece darme un paseo por la carrera procesional y explicarle a mis hijos el sentido de la celebración, por qué se hace eso».
¿Un lugar para ver la procesión? El consejero «popular» lo tiene claro: «Me quedo con mi barrio, he vivido siempre en el Cristo de la Luz, pero Alfileritos es un lugar extraordinariamente bello, precioso, para verla».
¿Y el momento clave? «Cuando la Custodia sale a la calle me produce una emoción mayor. Verla aparecer por la puerta de la Catedral para un toledano es… De los momentos que más emotividad te puede producir. A mí me emociona». Por supuesto, también ha madrugado el mismo día de la festividad, «a las siete de la mañana, para ver las calles y la carrera procesional. El tomillo está soltando el olor a Corpus que tiene, que es espectacular. Lo recomiendo».
¿A qué huele Toledo ese día? «A tomillo y a incienso, a pétalos de rosa». Suena «a la cadencia de la procesión y a silencio»; sabe «a oblea, de esas que vendían en la calle Ancha y que mezclábamos con algún sabor a canela. Y a mistela también»; se ve «una ciudad volcada con su religión y su sentimiento»; y el tacto… «El tacto del Corpus es a terciopelo, a pétalo de rosa cayendo encima de la Custodia».