sábado, 23 de noviembre de 2024
Entrevista Irreverente a Mercedes Giner, diputada del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha 04/06/2012junio 13th, 2017

«¡Pero cómo me haces esas preguntas!». Ja, ja, ja… Lo dijo en varias ocasiones durante la Entrevista Irreverente. Pero se reía cada dos por tres. Es una de las clásicas entre las clásicas. De la política, digo. Y muy traviesa, sobre todo cuando había que hacerlo por amor.
Lean, lean…
Es una de las que más «jalea» en las Cortes de Castilla-La Mancha en cuanto la ocasión lo requiere. Ahora una de aplausos para animar a sus compañeros de bancada, ahora algún comentario suelto a los de enfrente, ahora un gesto para que me vea el que está hablando en la tribuna…
Mercedes Giner Llorca es diputada regional por el PSOE desde no sé cuántos años. Bueno, sí, desde 1997, cuando sustituyó a José Miguel Camacho, que se fue al Senado… Y ahí sigue. Hasta 2012 y, mínimo, hasta 2015.
Entre medias ha sido alcaldesa de Torrijos (aunque desde hace cinco años lidera el Grupo Municipal Socialista en la oposición), enfermera de profesión y entre sus hobbies se encuentran, por encima de cualquier cosa, la pintura y andar. Mezclado de vez en cuando con el spinning y la bicicleta.
57 años, es natural de Finistrat (Alicante), aunque a los 12 años llegó a Torrijos cuando trasladaron a su padre, empleado de banca. Cuatro años por medio en Los Navalmorales, donde enviaron a su marido (no dejen de leer la anécdota que protagonizó ella, por amor puro y duro, cuando viajó en tren 12 horas de ida y otras tantas de vuelta ¡para darle un solo beso!), ya es tan torrijeña como los torrijeños de verdad.
En 1999 consiguió la Alcaldía con mayoría absoluta; en 2003 gana de nuevo pero con la ayuda de IU; y en 2007 gana el PP con el actual alcalde, Juan José Gómez Hidalgo, situación que se repitió en 2011.
¡He ahí la Entrevista Irreverente!

¿Cuándo le dio por la pintura? ¿Es una vocación tardía o…?


La pintura siempre me ha interesado, pero consideraba que no tenía aptitudes para… No tenía creatividad para poder abordar un tema tan importante como me parecía a mí la pintura. Fue justo ahora hace siete años cuando decidí incorporarme a unas clases para que el profesor sacara de mí todo lo mejor que pudiera, pero no estaba claro que pudiera pintar. Pero la verdad es que es mi gran hobby. Soy una enamorada de la pintura y me ha servido para meterme en mundos culturales que no frecuentaba. Ahora no hay exposición de pintura en Madrid o en Toledo que no vaya a ver.

Incluso ha llegado a realizar su propia exposición.

Sí, pero conjuntamente con otros compañeros. Hemos expuesto cuatro veces.

¿Su pintor favorito o con el que se siente más identificada?

Bueno, es que voy evolucionando con el tiempo. Primero fue Klimt, de hecho hice varias copias de sus cuadros. Y luego los impresionistas, lo tengo clarísimo. Y de estos, Van Gogh, pero es un pintor al que no copio, con él no me atrevo.

¿Un cuadro?

El «Guernica». Por lo que representa, por la forma en la que se pintó… Aunque no soy cubista, no me gusta el cubismo.

Y la política, desde el punto de vista de la pintura, ¿es cubista, es realista, es impresionista, es surrealista…?

Ja, ja, ja… La política actual, surrealista totalmente. No se desarrolla con los pies en el suelo, se fantasea. Y quien fantasea no tiene un buen pincel y pretende que los demas veamos aquello que es imposible de ver. Pretenden que veamos un plan de servicios sociales y lo que vemos es un plan de recortes.

En contraposición, estoy seguro que desde el PP definiría la «pintura» del Gobierno de Barreda también como surrealista, abstracta o algo similar.

No, yo diría que la política que practicó Barreda fue de progreso. Ahora, lo que parece que puede ser un despilfarro la verdad es que era una necesidad. Estamos hablando de que en aquellos momentos todas las arcas estaban llenas.

Si le llama mañana Cospedal para ser consejera, ¿qué le diría?

Que no. Porque yo, para participar en política necesito compartir ese proyecto. No es tanto el tema de PP o de PSOE, sino de que tuviéramos un proyecto común. El que ella está llevando a cabo no lo practico.

¿Qué «pinta» Mercedes Giner en política?

Ja, ja, ja… Construir y avanzar en una sociedad es pintarla también.

¿Le gustaría volver a ser alcaldesa de Torrijos (Toledo) algún día?

Hombre, yo creo que lo he demostrado presentándome en estas últimas elecciones.

Pero le hablo del futuro…

Creo que ha sido una tarea muy bonita, he aprendido mucho del ciudadano de la sociedad torrijeña, he aprendido en gestión, en cómo llevar un ayuntamiento, y he aprendido que hay que estar cerca de sus ciudadanos. Cuando te vengan a pedir cosas y aunque no sean de tu competencia, al menos escuchar. Lo mismo que hacía en la consulta de Enfermería.

¿Le gustaría ser presidenta de Castilla-La Mancha?

Oye, pues dentro de esa ambición que debemos tener todos… Pero no, no entra en mis planes… Es una responsabilidad muy importante que tiene que llenar de honor a todo aquel que la ejerza. Pero no, no entra en mis planes. Ja, ja, ja…

¿Le gusta el «jaleo»? Porque en los Plenos de las Cortes de Castilla-La Mancha usted es, de entre los diputados del Grupo Parlamentario Socialista, de las primera en aplaudir, en dar alguna voz, en hablar con los diputados de enfrente…

No, me gusta la justicia. Y no me gustan las generalizaciones. Cuando se habla de los políticos, de los funcionarios, de los sindicalistas… Quien generaliza oculta algo. ¿El jaleo? Ja, ja, ja… Soy una persona de participación, no me gusta nunca mantenerme al margen.

¿La situación más difícil que vivió como alcaldesa?

¡Huy, es que viví muchas! Más de una tarde te podía llamar un operario y decir: Mercedes, no sabemos qué ha pasado, pero se han parado los pozos. Y eso es dejar a 14.000 habitantes sin agua.

¿Y la más gratificante?

Cuando se decidió construir el Centro de Especialidades o cuando amplié la residencia de mayores y la gente que pudo acudir allí me dio las gracias.

¿Page o Barreda?

Creo que cada uno tiene su momento. Y ahora es el momento de Page.

¿Está de acuerdo con la pena de muerte?

No. Estoy de acuerdo con la justicia, pero no con la pena de muerte.

Además de en el PSOE, ¿milita en alguna ONG o asociación?

He estado en todos los órganos de participación de un pueblo, como las Ampas, las asociaciones de mujeres, asociaciones culturales… Pero sigo participando en todo aquello en lo que creo que puedo aportar algo.

Sin trabajo ni prestación, ¿qué estaría dispuesta a hacer para comer?

Ésa es una situación muy grave y prefiero no imaginármelo, pero cada uno da una respuesta cuando le llega el momento. Hay que vivirlo.

¿Prohibiría la prostitución?

Ehhhh… Sí. Puedo tener mi ambigüedad respecto a si la legalizaría o laaaaa… De hecho, en las Cortes tuvimos una comisión y no logramos aclarar mucho. Ahora mismo, tal y como está funcionando la prostitución, es denigrante para quien lo practica. Por lo tanto, no puedo dar mi visto bueno.

¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?

Fue de enfermera, en las Urgencias del hospital Virgen de la Salud de Toledo. Me lo gasté con mi marido en lo que fue mi primer viaje. Ja, ja, ja… Era en pesetas y… ¡No me acuerdo! Fuimos a Grecia, era la primera vez que yo salía de España, en 1992. Viajar es uno de mis hobbies. Si puedo, viajo algo. Siempre de acuerdo a mis posibilidades.

¿El viaje que más le ha gustado?

Uno que hice hace ya muchos años a la India. También lo hice con mi marido.

¿Qué personaje histórico le gustaría ser?

Don Quijote. Por su imaginación, que tanto se necesita ahora, y para dar color a la vida. Ja, ja, ja…

¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.

Depende de si es invierno o es verano, ¿eh? Ja, ja, ja…

En invierno y en verano.

En verano con poca ropa; y en invierno con un poquito más. Ja, ja, ja…

¿Cuando dice poca ropa se refiere a: uno, nada de ropa; o dos: algo de ropa?

¡Hay cosas que creo que para una entrevista no hace falta aclararlas mucho! Ja, ja, ja… ¡Pero soy calurosa por naturaleza, tanto en invierno como en verano!

¿Qué libro está leyendo?

Ahora estoy con «Las horas distantes». Pero un libro que me encantó y lo recomiendo es «Dime quién soy», de Julia Navarro, que lo leí el verano pasado.

¿En qué película le hubiera gustado actuar?

¡Ufff…! Me gusta más el cine como espectadora. Pero… ¡En Casablanca!

¿Su mayor travesura?

Posiblemente, cuando estudiaba en Alicante y sin que nadie lo supiera, porque eran otros tiempos, yo cogía un expreso de medianoche y venía a Madrid a ver a mi novio. Ja, ja, ja… El que después fue mi marido. Pero en teoría yo estaba estudiando en Alicante. El viaje duraba 12 horas…

¡12 horas! ¡Eso sí que es amor!

Pero era el único transporte que teníamos. Un día me llamaron las compañeras del piso donde vivía diciéndome que mi padre había dicho que eso de quedarme ese fin de semana en Alicante nada, que te presentes aquí esta noche sin falta. Mis padres vivían en un pueblo que está a unos 50 kilómetros de Alicante. Salí de allí a las 12 de la noche y llegué a Madrid a las 12 de la mañana. Recuerdo que la gente iba con las gallinas, con la tortilla… Llegué a Madrid, le di un beso a mi novio en el andén y vuelta al tren para hacer el viaje de regreso para que no me pillara mi padre.

¡Vaya espectáculo!

Cuando llegué de nuevo a Alicante pensaba: ¡Dios mío, la que me ha caído encima! Pero me di cuenta de que mi padre no sabía nada y le eché la bronca diciéndole que qué valor tenía, que iba a suspender por su culpa, que me podía haber quedado estudiando en Alicante pero él se había empeñado en que debía volver al pueblo… Ja, ja, ja…

¿Qué programas del corazón ve?

Ninguno, no me gustan. Para relajarme suelo ver la novela «Amar en tiempos revueltos» después del telediario y… Me duermo. Pero del corazón ninguno, lo tengo totalmente prohibido.

¿Cuál es la mayor multa que le han puesto y por qué?

Últimamente, la señora Esperanza Aguirre por ir a 74 kilómetros por hora en los túneles de entrada a Madrid. Te ponen 100 euros y luego tienes que pagar 50.

Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?

De izquierdas.

¿Cree que el tamaño importa?

Ja, ja, ja… ¡Depende para qué! Ja, ja, ja…

Estamos hablando del tamaño del miembro viril…

Ja, ja, ja… ¡Hombre, pero cómo haces esas preguntas! Ja, ja, ja… ¡Esa pregunta no la contesto!

O sea, que le da igual el tamaño…

Pues la verdad es que sí, no me parece muy importante.

¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque ya sabe aquello de que se comen una y cuentan 20…

¡Ja, ja, ja…! No, yo creo que el del parchís es un juego competitivo. Hasta ahora, en los roles sociales, la competitividad la ha marcado el hombre, pero yo creo que en el siglo XXI la competitividad tiene que ser de los dos. Por lo tanto, es cosa de los dos.

¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?

¡Huy…! ¡Pero cómo me haces estas preguntas tan íntimas! ¡Por Dios!

Es una entrevista muy humana.

¡Ja, ja, ja…! No. La intimidad es mía.

Muy bien. ¿Eso significa que no se atreve a decirlo o que no ha habido lugares raros?

Hombre, yo creo que como en todas las parejas siempre hay lugares raros. Pero, efectivamente, no te lo voy a contar. Ja, ja, ja…

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