Unas 5.700 personas de Castilla-La Mancha entraron durante 2011 en el circuito de la pobreza, de las 27.727 que atendió Cáritas durante 2011 a través de las cinco delegaciones diocesanas de la región.
El presidente de Cáritas Castilla-La Mancha, Silvestre Valero, en declaraciones a Efe, califica la situación de «extremadamente grave» en todos los sentidos, ya que desde 2008 se han triplicado las personas atendidas, así como el presupuesto.
La pobreza es una «situación límite», según Valero, quien explica que las nuevas personas que entran en el circuito de la pobreza son demandantes que se le has acabado «todo tipo de prestaciones o ayudas» y buscan en Cáritas recursos de primera necesidad como alimentos, dinero para vivienda o para gastos sanitarios.
Cáritas Castilla-La Mancha destinó 1.226.199 euros en 2011 en ayudas económicas directas para pagar recibos de luz o alquileres de ciudadanos que han agotado todos sus recursos disponibles.
Valero calcula que el 27 por 100 de los castellano-manchegos vive ya por debajo del umbral de la pobreza y mantiene la esperanza en que Cáritas pueda seguir prestando su ayuda, pese a que la institución «está asfixiada financieramente» por el impago de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 2011 y lo que va de 2012.
En Cuenca, por ejemplo, Cáritas ha tenido que cerrar el único centro de reclusos de Castilla-La Mancha por falta de liquidez, así como los servicios de comida.
Valero, que también es director de Cáritas en Cuenca, lamenta no poder pagar a los 70 trabajadores que durante dos meses no se les ha abonado la nómina: «están dando un ejemplo de solidaridad enorme, pero ellos conocen de primera mano el dolor» de miles de personas que han desfilado por la puerta de Cáritas en busca de ayuda.
En el lado positivo, Valero destaca que «la solidaridad del conjunto de la sociedad está creciendo a un gran ritmo y cada vez son más los voluntarios que quieren colaborar» con la organización católica.
La organización católica se caracteriza no sólo por la asistencia primaria, sino también por buscar soluciones a uno de los problemas más graves de la región: el desempleo.
Bajo este concepto, 3.913 fueron las personas atendidas en los diferentes servicios de acogida e información.
Cáritas cuenta con bolsas de trabajo en Albacete, Cuenca y Toledo, con la intermediación laboral centrada, sobre todo, en empleadas del hogar.
En 2011, gracias al trabajo de estas bolsas y de los centros como El Sembrador de Albacete, Cáritas consiguió que 389 personas se insertaran en el mercado laboral.
Otro de los focos donde pone especial atención Cáritas son las personas sin hogar y, en este sentido, Valero ha resaltado el dato de los más de 11.000 transeúntes que pasaron por los centros de las cinco delegaciones diocesanas de toda la región, donde se les ofreció un itinerario y un acompañamiento integral.