El portavoz del PSOE en las Cortes regionales, José Luis Martínez Guijarro, ha reconocido que tras las elecciones autonómicas, el Grupo Socialista en la cámara regional ha vivido unos «meses de ajuste», aunque a día de hoy ya está «con la maquinaria preparada para velar por los intereses de los ciudadanos».
En una entrevista con Efe, Martínez Guijarro ha analizado el primer año del Gobierno regional, que por primera vez está en manos del PP, lo que ha causado que el grupo socialista tuviera que «cambiar los esquemas de funcionamiento», ya que «estaba muy engrasado para la tarea de sustentar al gobierno e impulsar iniciativas» al Ejecutivo regional.
Sin embargo, los resultados de los comicios autonómicos han derivado en «unos meses de ajuste» que han coincidido con los progresos congresuales del partido, por lo que Martínez Guijarro ha sostenido que «una vez superado el ajuste y los procesos congresuales, el grupo socialista está ya con la maquinaria preparada», para conseguir el objetivo que se han marcado desde el principio de la legislatura: «Velar por los intereses de los ciudadanos».
Para lograr este reto, Martínez Guijarro ha aseverado que desde que se celebró el debate de investidura, los socialistas «han realizado ofrecimientos de colaboración y entendimiento con el Gobierno, que nunca han sido atendidos», sino «más bien todo lo contrario».
De este modo, ha hecho alusión a las tensiones que, jueves tras jueves, se suceden en los Plenos de las Cortes regionales, y que se concretan «en ataques directos contra miembros del grupo parlamentario o contra el grupo en su conjunto», ha lamentado.
A su entender, para mejorar el clima político en la Cámara regional es necesario que su presidente, Vicente Tirado, «aplique el reglamento y adopte la actitud de ser presidente de las Cortes cuando está en las Cortes», para conseguir que «haya respeto hacia todos los diputados».
Tirado es, según Martínez Guijarro, el responsable «casi exclusivo» de las tensiones de la Cámara regional, porque «muchas veces actúa más como secretario general del PP» que como presidente de las Cortes, un cargo en el que debe velar por que se dé la «cortesía parlamentaria» y para que la dinámica de funcionamiento de las Cortes sea la correcta.
«Cuando hay diputados o miembros del Gobierno que faltan al respeto a otros diputados, tiene que llamarles la atención porque es su responsabilidad y si no la quiere ejercer, que no tenga la responsabilidad de ser presidente de las Cortes», ha exigido el portavoz socialista.
La falta de diálogo que, para Martínez Guijarro, se da entre los grupos políticos en la Cámara se produce, según su impresión, porque los diputados del PP «tienen miedo» a «alguna reprimenda» de la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, o a que «les llamen la atención por entablar diálogo», a pesar de que es «lo normal».
Se ha mostrado esperanzado en que «con el tiempo, todo fluya con más normalidad», porque sería positivo para la región.
Sin embargo, ha señalado que la falta de diálogo del Gobierno regional y del Grupo Popular no es solo hacia los socialistas, sino que Martínez Guijarro también ha criticado que tampoco se comunican con los sindicatos, empresarios o las entidades de carácter social.
«Todos trasladan la misma sensación de impotencia y no obtener ninguna respuesta por parte del Gobierno o de los altos cargos de la Junta», ha asegurado Martínez Guijarro, lo que le ha llevado a alertar sobre el «autismo político» que practica el Ejecutivo castellanomanchego.
Aunque para Martínez Guijarro «lo más grave» del Gobierno regional ha sido, en su primer año de gestión, «el ataque a la educación pública, el desmantelamiento y la pérdida de igualdad de oportunidades de los chicos en la región y el ataque que se sufre en materia sanitaria».
Estos temas son «los dos grandes asuntos» que se han vivido en la región, además de otras «decisiones que afectan a colectivos muy sensibles», como la reducción de ayudas a las familias numerosas o a las viudas con pensiones no contributivas.
Si bien todas estas medidas son «bastante graves», Martínez Guijarro no ha pasado por alto la situación que atraviesan los ayuntamientos de la región, que sufren «la poca sensibilidad» del Gobierno regional, ya que los alcaldes «se ven en la disyuntiva de dejar de prestar servicios o tener que endeudarse».
Con todo, Martínez Guijarro ha concluido que «el principal error que comete el Gobierno es el de no escuchar a nadie en la región».