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11/06/2012junio 13th, 2017

Toledo fue la provincia de Castilla-La Mancha que durante 2011 registró un mayor número de órdenes de desahucio de viviendas, casi la mitad de las 3.924 registradas a nivel regional, y Albacete ha sido la única provincia donde la movilización ciudadana ha logrado paralizar un desalojo.

Según los datos facilitados a Efe por la plataforma «STOP Desahucios», creada a raíz del 15-M, a Toledo, con 1.778 ejecuciones hipotecarias (el 45 por 100 del total regional), le siguen a bastante distancia Ciudad Real, con 792, y Albacete, con 590, mientras que Guadalajara y Cuenca acumulan 505 y 259 desahucios, respectivamente.


Albacete ha sido hasta el momento la única ciudad castellano-manchega en la que la movilización ciudadana ha surtido efecto a la hora de frenar un desalojo y este logro tuvo lugar el pasado 15 de julio, justo un mes después del primer desahucio paralizado en la calle Naranjo de Madrid gracias al movimiento 15-M.

En el caso de Albacete, decenas de personas de STOP Desahucios se concentraron a la puerta del domicilio del matrimonio formado por Jesús Francisco Cerrillo, su esposa y dos hijas menores, para evitar que el agente judicial ejecutara el desahucio.

Se trataba de una pareja, que, al quedar en paro ambos, no habían podido hacer frente a los pagos de la hipoteca, pero al conseguir de nuevo un empleo, querían renegociar la deuda con el banco, lo que la entidad bancaria aceptó y el desahucio no se produjo, aunque los afectados decidieron luego entregar las llaves al banco para negociar la dación en pago.

Actualmente, el marido se encuentra trabajando en Noruega y su mujer y sus hijas están viviendo en Madrid con unos familiares, sin que se les haya reclamado deuda ni se les haya comunicado que se les concede la dación en pago.

Un caso singular fue el protagonizado, también en Albacete, por José y Toñi, un matrimonio de 52 y 47 años y padres de una niña de 13 años y un niño de 9, que entregaron más de 90.000 euros (78.080 al banco y 12.000 al constructor) por una vivienda en la que residen, pero que el constructor nunca les escrituró.

Tras cuatro años viviendo en la que creían su casa y cuando les quedaban apenas 60.000 euros por pagar, se encontraron con que el promotor la había rehipotecado por más del doble de los 150.000 euros que ellos habían apalabrado y con una orden de embargo judicial, puesto que la vivienda seguía a nombre de la promotora.

José y Toñi han denunciado al banco porque ni les da su casa, a pesar de estar en disposición de pagar lo que les queda ni les devuelven los 90.000 euros que ya han pagado, por lo que el proceso estará paralizado hasta que haya una sentencia.

En Lucillos (Toledo), el pasado 9 de enero, la movilización de una veintena de «indignados» consiguió, aunque sólo inicialmente, frenar el desalojo de Raúl (un albañil en paro), Estela y su hija Saray, de 11 años, del chalé en el que vivían desde hace ocho años.

Sin embargo, nueve días después, una comisión compuesta por un secretario del juzgado, un agente judicial, un procurador y un cerrajero, acompañados por la Guardia Civil, procedieron a realizar el desahucio, motivado por el impago de la hipoteca, pese a la presencia de medio centenar de integrantes del 15-M.

En Ciudad Real, miembros de este movimiento lucharon también para evitar el desalojo de una familia compuesta por nueve miembros, entre ellos cinco menores, del piso donde residían (que era propiedad del Seminario Diocesano), pero no lo consiguieron.

La familia, tras ser desahuciada, permaneció durante tres días en el portal del bloque de viviendas donde se encontraba la suya, apoyada por el 15-M y los propios vecinos, que les proporcionaron alimentos.

Los 3.924 procedimientos de desahucio solicitados en los juzgados castellano-manchegos en 2011 suponen el 5 por ciento de las 77.854 contabilizados a nivel nacional, según los datos facilitados a Efe por STOP Desahucios, provenientes del Consejo General del Poder Judicial.

Según dicha fuente, Castilla-La Mancha fue la comunidad donde más bajaron los desahucios en el último año, al registrarse un descenso del 20,4 por ciento, al que contribuyeron las cinco provincias de la región, a excepción de Albacete, que experimentó un aumento inferior al 3 % (de 575 a 590), con respecto a 2010.

El descenso más importante se registró en Toledo, al pasarse de los 2.215 desahucios de 2010 a los 1.778 de 2011; en Ciudad Real, los desahucios pasaron, en el mismo periodo, de 996 a 792; en Guadalajara, de 634 a 505; y en Cuenca de 261 a 259 desahucios.

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