El Archivo Municipal de Toledo publica en su web (www.ayto-toledo.org/archivo/archivo.asp) una nueva entrega fotográfica, de esas que retratan mejor que cualquier otro soporte cómo era la vida antes. «Vida familiar en un cigarral toledano» es el título de la exposición virtual en la que, a partir de imágenes antiguas pertenecientes a la colección de Luis Alba, se da buena cuenta del transcurrir del tiempo en estos típicos espacios de la ciudad.
Tal y como apunta en la web el archivero municipal Mariano García Ruipérez, son un total de 180 fotos realizadas por Antonio Lillo Macías en su cigarral Aurora (situado frente al actual hotel Los Cigarrales) entre 1923 y 1955.
«Antonio Lillo Macías nació en Valdemoro el 13 de junio de 1890. Su mujer, María García-Cano Serrano lo hizo en Quintanar de la Orden el 25 de mayo de 1889. Vinieron a Toledo antes de 1917, procedentes de Villacañas, localidad en la que residían por entonces con sus dos primeras hijas, Aurora y María Nieves, nacidas en 1913 y 1915 respectivamente. Ya en Toledo se incrementó la familia con sus hijos María Consuelo (1917), María Sagrario (1920), José Antonio (1922) y el benjamín, Javier, que vino al mundo el 21 de septiembre de 1934. Su domicilio familiar se encontraba en la plaza de San Ginés número uno. Antonio Lillo, según los datos del padrón municipal de 1935, era gestor administrativo. En el periódico El Castellano de 2 de septiembre de 1931 se anunciaba como «agente de negocios matriculado y habilitado de clases pasivas, con local comercial en Cuatro Calles número 11, encargándose de tramitar expedientes de pensiones, licencias, certificaciones del catastro, últimas voluntades, etcétera. Falleció el 13 de noviembre de 1953 y su mujer el 8 de febrero de 1960. Entre esas dos fechas, el cigarral, al que dieron el nombre de Aurora por su hija mayor, fue vendido a otros propietarios», explica el archivero.
La labor de investigación de María del Prado Olivares Sánchez, ayudante del Archivo, permitió conocer el emplazamiento exacto de este cigarral e identificar a las personas que aparecen en él y es que, si bien los hijos de Antonio Lillo ya han fallecido, sus descendientes siguen viviendo en Toledo.