La empresa solar Solaria Energía y Medio Ambiente, la única española de este tipo que cotiza en Bolsa, se ha fijado en la localidad toledana de Calera y Chozas para desarrollar una planta fotovoltaica de 60 megavatios.
Llevaban desde el mes de octubre del año pasado en negociaciones y, finalmente, la empresa Solaria se decantó por los terrenos de Calera y Chozas para empezar a desarrollar una planta fotovoltaica de 60 megavatios en la que invertirá 60 millones de euros.
Este proyecto es «una gran noticia para el municipio», comentaba el alcalde de la localidad, Gabriel López, quien consideraba que tras retirarse las ayudas a las energías renovables el pasado mes de diciembre «se ha abierto aún más el mercado».
La planta se conectará a la red volcando energía en la tarifa de mercado correspondiente, sin ningún incentivo económico y compitiendo así con las fuentes de energía tradicionales, explica la compañía en nota de prensa. Este proyecto forma parte del plan de inversiones de generación 2012-2015 de la empresa.
OPTIMISTA, AL TIEMPO QUE PRUDENTE
El alcalde de Calera y Chozas reconocía que la noticia ha provocado un revuelo en el pueblo, sobre todo por las posibilidades de empleo que se pueden llegar a presentar.
A pesar de ello, y de la alegría que supone acoger una iniciativa de este tipo, Gabriel López se mostraba prudente y cauto, porque es un gran proyecto y hay que ir paso a paso.
Un proyecto en el que se tratan «volúmenes muy grandes», más aún si se tiene en cuenta que las plantas actuales que existen próximas al municipio tienen unos dos megavatios.
Sin duda, las esperanzas están puestas en el empleo, porque probablemente necesiten personal de mantenimiento, vigilancia, limpieza… A lo que hay que añadir «los empleos indirectos» que se pueden generar.
Pero, como «no queremos hacer las cuentas de la lechera», explicaba Gabriel, se contiene la alegría y se mantiene a la espera del avance de los acontecimientos.
APOYO PARA LAS EMPRESAS LOCALES
De momento desde el Consistorio están realizando aquello que sí depende directamente de ellos para dinamizar la economía local. En este sentido, han bajado algunas tasas como la del impuesto de construcciones o la del agua de obra.
Además están visitando a las empresas del municipio para «ver sus problemas» y trabajar a partir de ahí, siempre «dentro de nuestras limitaciones», puntualizaba López.