El presidente del CSIF en Castilla-La Mancha, Juan Pinilla, rechaza los «recortes brutales» de la Junta en la función pública, exige que desaparezcan «todas» las empresas públicas y está satisfecho con la supresión de los complementos a los exaltos cargos que vuelven a su trabajo de funcionarios.
En una entrevista con Efe, este veterinario toledano (Navahermosa, 1950) que lleva 20 años liderando el sindicato CSIF en la comunidad autónoma subraya que el Gobierno que preside María Dolores de Cospedal «ha recortado en lo más fácil», algo que «no es justo, de ninguna manera».
Transcurrido el primer año de la legislatura del PP en Castilla-La Mancha, asegura: «No estoy en absoluto de acuerdo con los recortes tan brutales que se están haciendo en la función pública. Creo que habría que recortar antes en otros sitios».
Pinilla admite que la situación que encontró el Partido Popular al llegar a la Junta era «muy mala» y que en ese estado «no se pueden hacer muchos movimientos».
Sin embargo, critica lo que debería haber hecho desde un principio: «recortes rápidos en prebendas de altos cargos y eliminación de todas las empresas públicas».
Insiste en que «no tiene ningún sentido» mantener empresas públicas para hacer «trabajos paralelos» al de la administración, y subraya que los trabajadores de esas empresas «dudo que hayan entrado por mérito, capacidad e igualdad», como es el caso de los empleados públicos, sino que «se les ha contratado como se ha querido».
Recuerda que CSIF lleva años criticando «el derroche» que había en el anterior Gobierno socialista y la «masiva creación» de empresas públicas.
Y no duda en afirmar que «no tiene sentido» que haya una televisión autonómica «porque no nos podemos permitir ese lujo», como tampoco que haya un Instituto de Secundaria en cada municipio o que en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) haya facultades con más profesores que alumnos.
Sobre las escuelas rurales está a favor de mantenerlas pero antepone «el bien» de los alumnos y que no compartan un solo maestro niños de 5, 7 y 12 años: «Claro que me gusta que haya escuelas rurales y no con un maestro, sino con tres. Pero no nos podemos permitir ese lujo» y, además, en otros países europeos no se da esta situación.
Con todo, lo realmente prioritario en su opinión es que desaparezcan «todas» las empresas públicas y algo que llevaba meses pidiendo y que parece haber logrado esta semana, en una reunión con el consejero de Presidencia, Leandro Esteban: suprimir los complementos vitalicios de funcionarios que hayan ejercido como altos cargos.
De hecho, el CSIF pide ahora a la Junta que el dinero que ahorrará al suprimir esos complementos (500.000 euros según las estimaciones del Gobierno regional) se destine a paliar los recortes retributivos de los empleados públicos y, en particular, la cobertura de las bajas por enfermedad.
Pinilla asegura que «si estamos mal, estamos mal todos. No sólo los trabajadores de la función pública» que, por otra parte, están «desmotivados y con miedo», asegura.
En el mismo saco de la austeridad incluye la supresión de las subvenciones a los sindicatos, con lo que está de acuerdo pero exigiendo que se incluya a los partidos políticos y que los políticos también se bajen el sueldo.
«O todos o ninguno. Hay que arrimar el hombro todos. No solo los empleados públicos», insiste.
Sobre la recién aprobada reforma de la ley electoral, que implica aumentar de 49 a 53 los diputados de las Cortes, dice que no es partidario de gastar más «ni en las Cortes, ni en ayuntamientos ni en ningún sitio» porque si la situación «es la que es» hay que reducir «en todo» y no siempre los mismos.
«PAGE ES TRABAJADOR Y DIALOGANTE, PERSONALMENTE ME CAE BIEN»
Respecto al secretario regional del PSOE castellanomanchego, Emiliano García-Page, destaca que es trabajador y dialogante y admite «personalmente me cae bien».
Opina, no obstante, que Page es «prudente» porque formó parte del anterior Gobierno socialista y dice que aunque no está de acuerdo con él en todo, «sabe lo que se hace y es un buen político y con experiencia».
Juan Pinilla considera que toda la sociedad está pidiendo que los dos grandes partidos se pongan de acuerdo en dos asuntos fundamentales para el país, la educación y la sanidad.
Y lo dice como firme convencido de «lo público» en la enseñanza y en la sanidad frente a la moda actual de gestión público-privada en el ámbito sanitario.